Por: Mario Acevedo Manzano
La austeridad republicana se queda corta cuando únicamente en el Poder Ejecutivo Federal y Poder Legislativo se reduce la nómina por los pagos a funcionarios, mientras que los empleos con sueldos hasta 20 mil pesos mensuales se aumentaran en tasa diferenciada de 3% para plazas con ingresos de hasta 10 mil pesos mensuales, de 10 a 15 mil pesos un 2% y de 15 a 20 mil pesos únicamente el 1%.
En el Poder judicial se mantienen los grandes sueldos a los Ministros de la Corte con ingresos mayores a los 500 mil pesos mensuales de pago total entre sueldo nominal y prestaciones; los Jueces y Magistrados ganan mucho más comparados con el sueldo del Presidente de la República y se niegan a reducir sus ingreso alegando la protección constitucional que les da garantías a los sueldos que reciben.
La disminución de los costos de operación del aparato burocrático es una demanda popular cuando se gasta en sueldos y salarios hasta un aproximado al 50% del gasto total quedando muy poco para pensiones, pago de intereses y capital en deuda pública e inversión en infraestructura, no obstante, el Presupuesto de Egresos de la Federación es una propuesta de gobierno acorde con los lineamientos políticos e ideológicos de Presidente de la Republica que, por lo visto, va en serio en el combate a la corrupción iniciando con el fin de privilegios de los altos mandos de la burocracia nacional para trasferir recursos a los jóvenes sin empleo y ancianos.
El ejercicio para el 2019 de los más de 5.5 billones de pesos equivalente a un aproximado a los 275 mil millones de dólares es una cantidad considerable que, bien administrados, puede alcanzar para mantener al País en buenas condiciones de desarrollo económico y social, queda claro la voluntad política del Presidente de México para darle buen uso a los recursos, evitar la corrupción que tanto daño le ha causado a los mexicanos, sin embargo, se vislumbra un próximo gobierno de corte centralista en donde los gobiernos estatales, municipales, poderes legislativo y judicial permanezcan en la órbita presidencial limitando el ejercicio pleno de su autonomía, por igual, los organismos autónomos, a los cuales por medio del Dinero se trata de limitar su influencia en la vida política de México.
Desde el cambio de Regente a Jefe de Gobierno en la CDMX cuando se pasa de la designación por el Presidente a elecciones en el entonces DF, el triunfo de los Partidos de oposición al PRI en diferentes entidades, la autonomía del IFE, Banco de México, IFAI, y otros organismos autónomos, el Presidencialismo mexicano ha disminuido su Poder político, sin embargo permanece intacto el Poder económico al administrar más del 80% de la riqueza fiscal de todo el País. Las siguientes batallas por la democratización del País deberán ser para evitar la concentración de la riqueza fiscal en el Poder ejecutivo y hacer un verdadero federalismo fiscal con una mejor distribución de la riqueza entre todas las entidades de la Republica cuando se distribuyan los ingresos fiscales de acuerdo a lo recaudado en cada territorio estatal y evitar la discrecionalidad del reparto fiscal desde la Presidencia de la Republica.
El gobierno federal ha endeudado de manera irresponsable a todos los mexicanos al grado de alcanzar un aproximado a 44 puntos del PIB estimado este, en 24 billones de pesos no arroga una deuda pública nacional y extranjera en 10.5 billones de pesos con un aproximado a dos veces el presupuesto de egresos para el 2019, el pago del servicio de la deuda más capital equivale a más de un billón de pesos en cantidades aproximadas, dejándonos sin muchas posibilidades de combatir la pobreza con la posibilidad de quebrar al país cuando el pago de intereses más capital de deuda aumente al grado en que se hagan impagables.
La verdadera forma de gobernar es por medio del gasto publica hacia la correcta aplicación de la riqueza fiscal deberán de abocarse todos los esfuerzos para hacer una verdadera distribución de la riqueza fiscal.
Notas cortas
La reculada de AMLO en la asignación de los Presupuestos universitarios demuestra su capacidad para evitar conflictos políticos y sociales, de no haberlo hecho, las manifestaciones de protesta de la base estudiantil ya se preparaban para poner a prueba su gobierno.