Infierno en el Rally Dakar; polémica… y exigencia extrema

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*La novena etapa fue interrumpida para las motos y recortada para los autos debido al intenso calor.

Luis Ramírez / Enviado | AP

Belén, Argentina.- El Rally Dakar 2016 podrá ser recordado como la edición menos extrema de la competencia del deporte motor más exigente del mundo. Durante la primera semana los pilotos se quejaron del  exceso de caminos rápidos, más similares a una fecha del Campeonato Mundial de Rallies que a una prueba de resistencia. A eso se le suma la decisión de ayer. La organización interrumpió la novena etapa para las motos y la recortó para los autos debido a las condiciones extremas de temperatura en el recorrido en la localidad de Belén, donde algunos competidores, como el navegante español Lucas Cruz, compañero del líder de la clasificación, Carlos Sainz, señalaron que llegaron a los 50 grados centígrados dentro de los coches.

La organización recortó la etapa, afectando las posibilidades del equipo X-Raid y el qatarí Nasser Al-Attiyah por alcanzar a los Peugeot.

“Es gracioso, porque corremos a cuatro mil metros de altura como fue en Bolivia, donde afectaba la concentración y reacción de los pilotos y ahora con calor deciden suspender la etapa”, comentó Sven Quandt, director del equipo X-Raid MINI, que tiene en claro que la organización desea favorecer a Peugeot a cualquier costa.

“Tal vez después de cuatro años ya están cansados de que ganemos”.

La teoría es apoyada por los comentarios de algunos pilotos, como el excampeón del Dakar, el sudafricano Giniel de Villiers, que no consideró que las altas temperaturas fueran insoportables.

“Con el aire acondicionado no era así. Además, es algo que esperábamos y uno debe prepararse para estas condiciones. No entiendo por qué detuvieron la etapa… Estas temperaturas son un poco menos que lo que hemos tenido en África”, destacó De Villiers.

El problema radica en que los veloces Peugeot 2008 DKR no cuentan con aire acondicionado, mientras sus rivales sí. La detención llegó en el momento en que Al-Attiyah comenzaba a ejercer presión sobre los Peugeot, a pesar de haber sufrido detenciones en el camino para cambiar los neumáticos.