Carlos García Lemus|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- La escasez de gasolinas en estaciones de servicio en varios estados del país, ahoga a automovilistas, transportistas y a los propios empresarios del ramo, lo que ha generado un caos, largas filas de automovilistas que tardan horas para poder surtirse de combustible, compras de pánico y el paro de labores en algunas gasolineras.
Lo más grave se presentó en Zacatecas (donde la semana pasada entre el 80 y 90 por ciento de las estaciones de servicio ya no tenían combustible, según reportó el líder de los empresarios que operan 180 gasolineras), Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila.
El gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, informó que debido a la escasez de combustible en esa entidad, se daría prioridad al abastecimiento de patrullas, unidades médicas, ambulancias y servicios de emergencia, para no afectar las funciones que prestan a la ciudadanía.
La razón principal del desabasto es el robo de combustible que cada año genera pérdidas millonarias a PEMEX. También se ha informado que la escasez se debe en parte al mantenimiento de la refinadora de Cadereyta y a un problema de software en el sistema de ventas y facturación de la paraestatal.
En Colima, el problema no ha sido grave y ninguna de las 110 estaciones de servicio se ha quedado sin gasolina, sólo se retrasó un poco el suministro de combustible y algunos tuvieron inventarios bajos durante el fin de semana, pero se les dio prioridad para seguir funcionando.
En nuestro estado tampoco se presenta el problema de ordeña, porque no hay ductos por los que se transporte el combustible, sino que se distribuye por medio de pipas, desde el puerto de Manzanillo.
DELITO AÑEJO Y SIN CONTROL
El robo de combustible a través de las tomas clandestinas en los ductos, es un problema añejo que deja graves pérdidas económicas a PEMEX y, por lo tanto al país, y que no ha podido ser solucionado por las autoridades.
Tan solo el año pasado, el robo de combustible dejó pérdidas por 17 mil millones de pesos, según informó a principios de este año el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Otro dato que muestra la gravedad de ese robo sin control, lo proporcionó el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien informó que en el periodo comprendido entre septiembre del 2013 a agosto del 2014, la paraestatal perdió 7.5 millones de barriles de combustible por tomas clandestinas, lo que representa 15 mil 300 millones de pesos en pérdidas económicas.
Lo grave es que por más esfuerzos que realiza el Gobierno de la República y lo que hacen los Gobiernos Estatales, el mal parece incontrolable y año con año se repite ese esquema de robo de combustible, que además de dejar las pérdidas millonarias señaladas, también provoca accidentes, derrames y escasez como la que sufren miles de automovilistas y transportistas en estos días.
Este delito lejos de estar controlado o en vías de ello, se agrava y crece, según informó recientemente el director general de Pemex Refinación, Miguel Tame Domínguez, quien declaró que en este año el número de tomas clandestinas ha crecido alrededor de 20 por ciento, aunque existe un mayor apoyo de todas las entidades de seguridad del país, lo que ha permitido que la extracción no aumente.
Explicó que el robo afecta al 99 por ciento de los 14 mil 150 kilómetros de ductos del país, lo que implica una gran dificultad de vigilar toda la red.
Es por eso que la escasez afecta por igual a prácticamente todas las regiones del país y si hoy es en Zacatecas, Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila; a finales del 2014 y principios de este año lo sufrieron en Guanajuato, Tlaxcala y Puebla.
Y si bien se ha informado que gracias a los avances tecnológicos hoy es más fácil y rápido ubicar los puntos de robo en los ductos, lo que permite bloquear por medio de válvulas de seccionamiento los tramos en donde se detecta esa extracción clandestina, hay que insistir en que el robo lejos de inhibirse crece, las pérdidas son millonarias y los daños colaterales afectan a miles de mexicanos a lo largo y ancho del país.
COLIMA SIN PROBLEMAS
El presidente de la Organización Colimense de Empresarios Gasolineros (Ocegas) José Orozco Torres, informó que las 110 estaciones de servicio de suministro de combustibles que hay en el estado de Colima, están trabajando de manera normal.
Descartó cualquier problema de desabasto de gasolinas, como sí ha ocurrido en otras entidades del país como Zacatecas, Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila
Explicó que lo que se presentó en Colima desde finales de junio y la semana pasada, es que el portal comercial PEMEX y el sistema de facturación, que son software, estaban en procesos de mejoramiento.
Dijo que esa situación provocó un retraso en el suministro de combustible para algunas estaciones de servicio en la entidad, específicamente para todas aquellas a las que se les surte combustible a través de fleteros particulares, a quienes PEMEX no les podía emitir una factura.
Aclaró que a quienes se les surte con la unidades propias de PEMEX se elaboró un tipo de nota de remisión o documento que tuviera un efecto provisional para que no se dejara de surtir ese combustible y ya otro día, cuando estuviera funcionando el sistema de facturación, se emitiera la factura y se pudiera pagar el combustible.
José Orozco comentó que por ese problema en el sistema de facturación, hubo rezagos, pero se ha estado trabajando intensamente para completar el programa de reparto de combustible y ningún gasolinero se ha quedado sin combustible.
Aceptó que algunos tienen inventarios ya muy bajos y se les está dando prioridad, pero insistió en que ninguna estación de servicio del estado ha dejado de surtir gasolina a los automovilistas.
El líder de los gasolineros en la entidad informó que en Colima no se tienen problemas de desabasto ocasionado por el robo de combustible, como ocurre en varios estados del país, porque afortunadamente el que aquí se distribuye proviene de la refinería ubicada en Salina Cruz, Oaxaca, de tal manera que se transporta a través de buques auto-tanques que llegan a Manzanillo y de ahí a la terminal de distribución de Rancho de Villa.
Dijo que incluso cada 24 horas hay un promedio de 300 unidades que se distribuyen a Jalisco, Aguascalientes, Nayarit y otras entidades.
“En otros estados donde se transporta a través de ductos, debido al robo de combustible y por las tomas clandestinas, tienen que paralizar por muchas horas el fluido y eso provoca que haya desabasto en las estaciones, afortunadamente en el estado de Colima no tenemos ese problema”, concluyó.