* Se previene y atiende; también se reeduca a víctimas y agresores, indica SSyBS en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Redacción|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- Como parte de las políticas públicas que ha impulsado el gobernador Mario Anguiano Moreno para fomentar la equidad de género, la Secretaría de Salud y Bienestar Social realiza acciones de prevención, detección y atención de la violencia familiar y de género, así como de reeducación para víctimas y agresores, informó la dependencia estatal en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Para prevenir la violencia hacia la mujer, mencionó que en las unidades de salud se promueve la detección oportuna de todos los tipos de violencia y se difunde el uso del Violentómetro entre la población.
Asimismo, cuenta con 6 Servicios Especializados de Atención a la Violencia en hospitales y jurisdicciones sanitarias, los cuales tienen personal capacitado que atiende de manera multidisciplinaria los casos de violencia y otorga servicios gratuitos.
De la misma manera, oferta el Programa de Reeducación para Víctimas y Agresores, el cual es manejado por personal de Psicología y con el que mediante una estrategia de abordaje con 24 sesiones de temática estructurada se fomenta el cambio de actitudes y el reforzamiento de hábitos virtuosos para la recuperación de la salud en el entorno psicológico.
La Secretaría de Salud señaló que existen numerosas condiciones que justifican el abordaje de la violencia contra la mujer como un problema de salud pública, entre las cuales se encuentran el que las mujeres que son golpeadas por sus parejas tienen una probabilidad 48% mayor de infectarse con el VIH/SIDA y las jóvenes son particularmente vulnerables al sexo forzado y tienen mayor riesgo de ser infectadas con este virus, ya que más de la mitad de las nuevas infecciones del VIH ocurren entre mujeres jóvenes de 15 a 24 años de edad y más del 60 por ciento de la juventud infectada con el VIH son mujeres.
Asimismo, la violencia antes y durante el embarazo tiene graves consecuencias de la salud, tanto para la madre como para el bebé; conlleva a embarazos de alto riesgo y problemas relacionados con el embarazo, incluyendo el aborto espontáneo, parto antes de término y bajo peso al nacer.
Además, las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas en casa, que sufrir cáncer, accidentes de vehículos, guerra y malaria, según estadísticas del Banco Mundial.
En este contexto, se ha establecido por parte de organismos internacionales que la violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global y hasta un 70% de las mismas sufren violencia en su vida, lo que limita su óptimo desarrollo biológico, psicológico, social y económico.