GANÓ COLIMA

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EDITORIAL

Más allá de que si las elecciones ordinarias fueron anuladas de manera justa o injusta, tenía un sustento jurídico o no, el pueblo de Colima rechazó en todo momento esa decisión del Tribunal Electoral.

Ese reflejo y apatía de la sociedad hacia una elección extraordinaria se vio proyectada en una menor participación de los electores, de 299 mil participantes en la elección ordinaria bajó a poco más de 274 mil.

Al final del día, esta elección puso a cada partido en su lugar y confirmó el triunfo de Nacho Peralta, quien la vez pasada con una coalición de partidos ya se había impuesto al candidato del PAN, Jorge Luis Preciado, en la elección histórica más transparente y mejor contada en la historia de Colima.

Con los resultados finales podemos analizar que el PRI pierde frente al PAN e incluso disminuye su número de electores, por su parte los blanquiazules, obtienen 10 mil votos menos que en la elección ordinaria, pero su voto duro es más fuerte que el del tricolor.

Quien  tiene un avance exponencial es el Partido Nueva Alianza, que pasa de 4 mil  600 votos a 10 mil 600,  este organismo político conformado mayoritariamente por maestros, quien a pesar de que este gremio ha sido golpeado por los gobiernos federal y estatal, su flujo de votación se incrementó en más del 100 por ciento de sufragios a favor de Nacho Peralta.

En este trabajo partidista extraordinario, sobresalen las figuras de sus líderes, Alfredo Hernández Ramos, Adrián Orozco Nery y Guillermo Rangel Lozano, quienes sin la distracción de otras candidaturas se metieron de lleno a la contienda obteniendo buenos dividendos.

Por su parte, el Partido Verde, también aumentó su votación de 8 mil 300 votos a 10 mil 600 votos, con el factor Virgilio Mendoza, diputado federal de este organismo, quien coordinó el municipio de Manzanillo, donde Nacho Peralta había perdido la elección ordinaria y ahora obtiene el triunfo con más de 5 mil votos.

El Partido del Trabajo y su dirigente y diputado Joel Padilla habían prometido 20 mil votos para la coalición, obtuvieron 300 votos más que en la elección ordinaria, pasaron de 5 mil 200 a 5 mil 500 votos, aproximadamente.

Así se demuestra que el voto duro del PRI ha disminuido y sin alianzas no hay manera de ganar y que cuando los partidos que se coaligan con ellos trabajan, no hay posibilidad de un triunfo opositor.

Esperemos que la cordura llegue al PAN y por bien de todos acepten su derrota y en caso de impugnar el tribunal electoral resuelva conforme a derecho y privilegie la voluntad popular, para que pronto el candidato electo Nacho Peralta recomponga el tejido social y estructural de los colimenses.