FRACASO DEPORTIVO (Nada bueno ha salido los últimos años de las viejas y nocivas estructuras del futbol mexicano)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Ha llegado la última semana de competencia futbolística en Qatar. Este evento atrapó el interés de medios de comunicación en todo el mundo y de muchísimos aficionados que viajaron a ese lugar pagando costos muy altos en hospedaje y transporte. En esa multitud, no faltaron miles de aficionados mexicanos que fueron con la esperanza de que el seleccionado mexicano diera la campanada y tuviera una participación digna.

Pero la esperanza murió temprano, nuestros futbolistas como que se opacaron, como que les entró el miedo al fracaso y jugaron en forma desordenada en al menos dos partidos ( Argentina y Polonia). Las decisiones del entrenador argentino, muy discutibles, hicieron pensar que su nacionalidad argentina influyó para armar un equipo sorprendentemente desordenado, sin espíritu competitivo cuando jugó contra el equipo del primer país de aquellos dos. La duda quedará por siempre, jamás se sabrá si con un técnico nacional las cosas hubieran resultado mejor.

El caso es que el futbol mexicano fue evidenciado como un deporte a la baja en términos de competencia de primer nivel. De hecho, está estancado desde hace varias décadas como resultado de decisiones erróneas de sus organizadores y de la incumbencia de intereses comerciales que ponen y disponen en los equipos y la selección nacional. En la Femexfut, conviven mafias de diversa clase que se aprovechan del fervor que aquella provoca y  de algunos pocos equipos de la liga que generan alegría y recreación en aficionados y fanáticos.

A la Femexfut le interesa el dinero, no el desarrollo del futbol. Han bloqueado a miles de futbolistas argumentando que los mexicanos no dan “espectáculo” como sí lo dan los foráneos, lo que es una falsedad. En la Liga, pululan jugadores de escasa técnica que son desechos de ligas menores de Centroamérica y Sudamérica y que han tomado a México como una tabla de salvación en su carrera. En años pasados, me tocó ver jugadores extranjeros hasta en la liga premier de segunda. El verdadero colmo. Y en la actualidad, podemos ver equipos que cuentan en la cancha con hasta cinco jugadores foráneos y cuatro o cinco nacionalizados!

La formación de jugadores de calidad ha venido a menos. Los que salen al extranjero, con raras excepciones, lo hacen para jugar en equipos de media tabla en los que a veces ni titulares son.

Los directivos, pues, se han ocupado en recabar dólares en USA   haciendo jugar a la selección contra equipos de CONCACAF que, en este mundial, mostraron un crecimiento mayor (Canadá y USA) que el mexicano junto con los asiáticos.

En la formación mexicana, fue notorio que las viejas glorias ya no jugaban como antes. Sin embargo, fueron consentidos por televisoras con las que ellos y los directivos tienen contratos comerciales, y todos hicieron el ridículo. Se negaron a hacerse a un lado para dar paso a jóvenes con mayores ambiciones y deseos de triunfar. Eso sí, su entrenador se llevó 300 millones de pesos, supongo que se le descontaron impuestos, por fallar a la hora de la verdad.

La verdad es que estamos a años luz del futbol europeo. Se está viendo en el Mundial, donde han llegado a semifinales dos europeos un africano, Marruecos, y un americano, Argentina. En Europa no se andan con chacotas, con liguillas para sacar dinero, simplemente los equipos que quedan en la punta tras cumplidas todas las jornadas de los torneos de liga, son reconocidos como campeones, y los que quedan a la cola ( dos o tres), se la rifan con los equipos que quedaron colocados arriba en la categoría interior.

Es así que el futbol mexicano, si no se sacude desde la raíz, seguirá igual. ¿ Por qué no implantar la figura de un Comisionado que sea responsable de su recuperación, de competencias en las que se rescate el interés de los mexicanos dándoles el lugar que merecen, de regular la participación de jugadores en aspectos vinculados a su actividad sin que parezca ésta como prioritaria ? Basta ya de argucias de los directivos que solo piensan en negocios.

Hay quienes piensan que el futbol es un negocio privado y que, entonces, no puede intervenir el gobierno. Pero me parece que lo que la práctica de este deporte a nivel profesional que ocurre en el mundo del futbol trasciende a lo público, y de ahí que se piense que el gobierno puede intervenir aunque sin agobiar la necesaria libertad que debe reinar en esas actividades.

Lo importante es que se apoye el desarrollo del futbol desde las categorías infantiles para que la formación de los niños y jóvenes tengan una trayectoria esperanzadora y que les reditué oportunidades de trascender como futbolistas y como personas con una alforja de valores a cuestas.

Ojalá y que el fracaso deportivo de Qatar remueve las viejas y nocivas estructuras de las que no ha salido nada bueno los últimos años.