Por: Manuel Olvera Sánchez
Por el solo hecho de pertenecer a un sector de la población que por falta de cultura inclusiva se ve desde otra perspectiva, el Estado mexicano ha decidido a través de una serie de políticas públicas y programas especiales, fortalecer este sector de la población con las que se busca crear comunidades que persiguen privilegiar el respeto a los derechos humanos.
Bajo esa visión no cabe la menor duda de que la educación inclusiva por sus mismas características representa un área del sector educativo de las más nobles y sensibles, por lo que resulta fundamental apoyarla a través de lo más elemental como lo es el acceso a las instalaciones educativas, como también no menos importante lo es, mejorar las condiciones de infraestructura, organización y equipamiento.
Al respecto debemos mencionar que si bien es cierto que existen condiciones diferentes para cada alumno, como en los casos en que la discapacidad es permanente o temporal, las políticas públicas en materia educativa cuentan con una visión en la cual se persigue atender a los estudiantes de manera adecuada y con equidad social incluyente.
En respuesta a lo anterior la Secretaria de Educación Publica derivado de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ha diseñado una serie de programas los cuales buscan que ningún educando sea excluido de la enseñanza obligatoria derivado por una discapacidad.
El documento surgido de esta convención señala que ningún alumno con necesidades especiales deberá quedarse sin acceso a la enseñanza obligatoria por causas atribuibles a alguna discapacidad.
Derivado de lo anterior debemos señalar que si bien es obligación del Estado mexicano garantizar la educación básica del educando sin ningún tipo de distingo o discriminación, también es importante resaltar que dentro del proceso enseñanza aprendizaje se hacen participes tanto a los padres o tutores, como a los maestros y personal de escuelas de educación básica para regular que logren interactuar con los alumnos con necesidades educativas especiales.
El diseño de estrategias de aprendizaje y de enseñanza diferenciada son entre otras muchas, algunas de las acciones a implementar tanto por parte de las autoridades educativas como de los docentes, con la finalidad de garantizar en el educando la accesibilidad, la autonomía, la confianza en sí mismos y la participación de todos los alumnos.
Consciente de que el atender a este sector de la población representaba una de las tareas educativas más nobles y empáticas, el Gobierno de la República en el año 2002 puso en marcha el programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa el cual se vio enriquecido con aportaciones de múltiples propuestas ciudadanas.
Para concretar lo anterior se trazó la ruta para la creación de un proyecto que contribuyera a la constitución de una cultura incluyente donde tanto hombres como mujeres tuvieran acceso a una vida más digna derivado de las mismas oportunidades de progresar.
Desafortunadamente este tipo de programas en muchos de los casos por desconocimiento de su existencia, muchos educandos que se encuentran en estas condiciones de educación especial ven truncadas sus posibilidades de asistir a la escuela lo cual genera una disminución en la cobertura educativa y por lo consiguiente, lo presupuestado por las autoridades educativas se sale de control.
Con relación a lo anterior y si nos remontamos a la historia, podemos observar que el descuido o desatención que se hizo de la educación especial se vio frenado aproximadamente en el año 1700, donde el abuso, ignorancia y aceptación benigna era lo preponderante, sin embargo, a raíz del surgimiento del cristianismo y partiendo de la idea de que todos somos hijos de Dios, generó que el trato a las personas con capacidades diferentes se humanizara.
También debe resaltarse que al concluir la primera guerra mundial y ante el abandono del cual fue objeto la educación especial, es en esta época donde se presenta nuevamente el interés por este tipo de educación, ya que el saldo de estas acciones totalmente irracionales por parte de los líderes mundiales, arrojaron como saldo una cantidad importante de personas lisiadas e imposibilitadas para poder desarrollar alguna actividad en forma normal.
Hoy en día podemos resaltar sobre este importante tema de la educación inclusiva, el papel extraordinario que ha jugado la tecnología para lograr que las personas que se encuentran en estas condiciones logren una calidad de vida muy importante, gracias al desarrollo de prótesis, cirugías reconstructivas y trasplantes.
En lo que concierne a la atención a la educación inclusiva en Colima, es de reconocerse que se ha realizado mucho en lo referente a este tema, sin embargo a pesar de las fortalezas que han derivado de las buenas políticas públicas enfocadas hacia este sector educativo es importante que ante la proximidad de elecciones para elegir al próximo gobernador, los candidatos dentro de sus plataformas electorales las incluyan y una vez al frente de la administración a encabezar las potencien y se logre una mayor cobertura que derive en una calidad de vida más digna para estos educandos.
Se expresa lo anterior porque nuestra entidad federativa es la que desde hace 53 años inició una amplia cruzada encaminada a abrir las puertas a la educación especial, pues el 26 de septiembre de 1962, el gobierno estatal a cargo de Francisco Velasco Curiel, fundó y creó los servicios de Educación Especial, que en el devenir de los tiempos ha sido secundada por los gobiernos estatales en turno.
Complementariamente a lo anterior es de reconocer el trabajo y tareas llevadas a cabo a favor de la educación especial en Colima, que llevara a cabo su pionera, la maestra María Elena Maldonado, durante toda su vida magisterial, desempeño y logros que abordaremos en otra colaboración.
La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.
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