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México.- El nuevo juego de Ubisoft te hará ver un lado no visto antes de Star Wars. Esta es la fortaleza de Outlaws: los momentos que te dan una idea de cómo es vivir en el universo de la franquicia, ahora de Disney, para aquellos que no están luchando en una guerra civil galáctica o entrenando para convertirse en un Jedi.
En Outlaws juegas como Kay Vess, una mercenaria en ascenso que se convierte en una proscrita después de que un trabajo sale mal y se le ofrece una recompensa de alto riesgo llamada marca de la muerte. Para escapar de la recompensa, Kay se ve empujada a la posición de formar un equipo para entrar en la bóveda casi impenetrable del hombre que la quiere muerta: sin dinero, no podrá pagar a los cazarrecompensas que la persiguen.
Sus intentos de formar el equipo perfecto la llevan a cruzar el Borde Exterior de la galaxia, siempre acompañada por el último de la larga procesión de pequeños extraños de Star Wars, el adorable Nix, parecido a un ajolote.
En sus aventuras, Kay regularmente entra en contacto o entra en conflicto con cuatro organizaciones criminales: el Sindicato Pyke, Crimson Dawn, el Cártel Hutt y el Clan Ashiga, así como con la Alianza Rebelde y el Imperio Galáctico, este último buscando a la primera después de los eventos de El Imperio Contraataca.
Incluso ignorando la obvia deficiencia (Kay es otra protagonista humana en un mar de juegos, películas y programas de televisión de Star Wars que también cuentan con un protagonista humano), Kay no tiene un objetivo y no sabe qué quiere para su futuro, ni siquiera tiene planes de cómo gastar los millones que tendrá una vez que su equipo le haya robado al hombre que la quiere muerta.
La mejor parte de la historia de Outlaws (y del juego en general) es el diseño de sonido. Todos los que participaron en la creación de la banda sonora o el diseño de los efectos de sonido utilizados para los blásters, los speeders, las naves o los murmullos ambientales merecen todos los elogios. Outlaws suena a Star Wars por excelencia, superando el estándar de oro de los juegos Jedi de Respawn.
La jugabilidad apunta a que Outlaws es un juego de sigilo, ya que Kay no tiene poderes de la fuerza ni una armadura corporal sofisticada y depende de Nix para distraer a los guardias o las cámaras de seguridad, pero es tan hábil con un bláster que, a menos que pongas el juego en dificultades más altas, puede atravesar legiones de soldados de asalto o ejércitos criminales con bastante facilidad y renunciar por completo al sigilo.
Con información de Dinero en Imagen