EVO MORALES ASILADO EN MÉXICO

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PUNTO  SOCIOLÓGICO

Por: J. Daniel Miranda Medrano

Después de un accidentado periplo internacional, Evo Morales llegó a finalmente a México y como ya no es novedad en un país políticamente polarizado, las expresiones de apoyo total y las de rechazo y odio no se hicieron esperar. El derrocado ex presidente llega a México aceptando el asilo que le ofreció el gobierno, y esto ocurre con base a la tradición mexicana  que ha sido reconocido ejemplo internacional en materia de protección a ciudadanos perseguidos por razones políticas.

El indígena boliviano llega a estas tierras después del golpe de Estado en su contra, con  la intervención directa de los militares, que no respetaron la obligación de subordinarse a la autoridad del presidente, al “sugerirle” su renuncia, en voz del militar de nombre “Kalimán”, que no tuvo ni serenidad ni paciencia ni pudor.

Y muy lamentable y patético que la autoproclamada presidenta  Añez Chávez,  haya declarado que los mexicanos le dan lástima y que  “Sueño con un Bolivia libre de ritos satánico- indígenas,  la ciudad no es para los indios, que se vayan al altiplano al  chaco”. Solo con esta clase de afirmaciones puede verse el tipo de mentalidad de la mujer, faltando que  el tontín de Marko Cortés, el desequilibrado de Fox o el comandante Borolas le aplaudan.

Lo ocurrido en Bolivia, marca un retroceso en el escenario político de Latinoamérica, con eventos que considerábamos propios del siglo pasado. Pero lo que sí hay que reconocer son los logros que ha tenido el país sudamericano a partir de la llegada de su primer presidente de origen indígena:

Durante los tres mandatos de Evo la economía boliviana creció a un ritmo del 5% anual; redujo la pobreza en 31 puntos porcentuales;  el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia creció en el súper porcentaje del 326%;  la pobreza bajó de 66.1% a 35.1% y la pobreza extrema pasó de 28.2% a 16.4%.  Según datos de la Cepal,  ningún presidente latinoamericano del siglo XXI logró los avances  que logró el hoy exiliado, en la áreas económica y social.

Algo que molestó mucho a los Estados Unidos es que se eliminaron las 8 bases navales que Estados Unidos tenía en Bolivia y retiró del país a los agentes de la DEA y la CIA; se nacionalizó el gas y el agua y se establecieron con Derechos Humanos ya que estaban privatizados; se hicieron más de 25 mil kilómetros de carreteras; 134 nuevos hospitales; 7 mil 191 centros deportivos; mil cien nuevas escuelas; Bolivia lanzó su primer satélite, denominado: Tupac Katarí.

Por cierto, que a los inconformes que se han opuesto a la llegada del de Bolivia solo hay que recordarles que el Tomandante Borolas mandó un avión a Honduras para rescatar al depuesto Manuel Zelaya y hasta lo recibieron con los honores militares correspondientes. Vaya, hasta Diego Fernández de Cevallos en un video apoyó la decisión del gobierno de otorgarle asilo a Morales.

Por último, muy lamentable por cierto, que el ahora Huésped Distinguido de la Ciudad de  México haya hecho más  por su país que nadie de aquí desde de Miguel de la Madrid hasta Peña; y más porque Evo no terminó la primaria y logró más éxito que en México no quiso o no pudieron obtener los inútiles con posgrados en Harvard, La Sorbona o de la Universidad de Essex.

Dato curioso es que de acuerdo con reportes del Latino barómetro, el apoyo a Morales empezó a decaer durante su tercer mandato, a pesar de las bondades económicas logradas, lo que pudiera interpretarse como que se quedó más del tiempo aceptaba la sociedad, lo cual no justifica de ninguna manera el golpe militar.

Twitter:  @jdanie17