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México.- Cuando hablamos de sensaciones de ansiedad o depresión, es fácil asumir que son el resultado de un desorden mental. Pero a veces estos problemas son el efecto secundario de otro problema médico que pocos pueden diagnosticar.
Los síntomas de desórdenes mentales pueden ser sorprendentemente similares a otros problemas de salud, y sólo porque has notado estos cambios primero, no quiere decir que estés mal de la cabeza, según Medical News Today.
En algunos casos, el diagnóstico es un simple proceso. Si hay un clavo en tu mano, el tratamiento incluye retirar el clavo y desinfectar la herida. Otros casos no son tan simples. Si los síntomas son letargia, falta de apetito, dificultad para concentrarse, dolores musculares, dolor o irritabilidad… podría significar muchísimas enfermedades y, por ende, diferentes tratamientos.
Desorden de tiroides
Los problemas de tiroides suelen confundirse con ansiedad y depresión. Esto se debe a que los niveles de la hormona de la tiroides pueden afectar el estado de ánimo, energía y la habilidad general de disfrutar la vida. Así como la depresión.
Enfermedad de Lyme
Los síntomas a menudo se confunden con depresión o un comportamiento anormal de conducta, lo que significa que alguien se está comportando como si tuviera un diagnóstico específico, según Bustle. Debido al tamaño de la garrapata, la mayoría no nota la mordida inicial. Ahí reside el problema, porque la marca que deja la mordida es muy específica y de GRAN importancia para el diagnóstico.
Tumores neuroendocrinos
Condiciones raras, como un feocromocitoma, según Mayo Clinic (un tumor adrenal típicamente no canceroso que produce cantidades excesivas de adrenalina), a veces pueden confundirse con ansiedad o trastorno de pánico.
Los feocromocitomas también pueden causar los síntomas de palpitaciones junto con sudoración excesiva, dolor de cabeza y temblores.
Diabetes
La diabetes tipo 2 puede confundirse con depresión. Esto incluye mal humor, irritabilidad y pérdida de peso, según Medical News Today. Sin embargo, estos cambios tienen que ver con la resistencia a la insulina, no con la salud mental. A veces, estos síntomas son la reacción de una enfermedad viviente y el estrés del cuerpo que se produce al combatirla.
Síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad que se caracteriza por fatiga extrema, pérdida de memoria o concentración, mala calidad de sueño y más, según Mayo Clinic. Así que no debería sorprenderte que se confunde erróneamente con depresión, pues los síntomas de SFC también provocan cambios sociales, personales y ocupacionales.
Sífilis
Si no se trata, la sífilis puede provocar una infección en el cerebro o médula espinal, así como afectar tu bienestar mental. Los síntomas de esta infección, llamada neurosífilis, incluyen un amplio espectro de síntomas neurocognitivos que son comunes en muchos desórdenes neurológicos y psiquiátricos.
La neurosífilis puede provocar cambios de personalidad, confusión, depresión y pérdida de memoria, según Medscape. Es por eso que es súper importante hacer la prueba de ITS con regularidad.
Fuente: EME DE MUJER