ENRIQUE DE JESÚS OCHOA

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Por: José Díaz Madrigal

Después de haber participado como capellán de los soldados Cristeros por los montes y campos de Colima, el presbítero Enrique de Jesús Ochoa, fue enviado a Roma para hacer un doctorado en Teología. Durante su estancia en la ciudad eterna, convivió con varios sacerdotes de la orden de San Juan Bosco, Los Salesianos. De éstos observó el enorme compromiso que desarrollaban para atender las necesidades y desbordante energía de los jóvenes, allá en Italia.

Los Salesianos, basándose en la idea de que los jóvenes tienen potencial y talento que se debe aprovechar, para hacer de nuestras ciudades, comunidades más solidarias, más unidas y de mejores ciudadanos; dirigieron sus esfuerzos especialmente a la juventud más pobre y necesitada, con la finalidad de que crezcan a plenitud, con fe y esperanza.

Don Bosco el fundador de la orden Salesiana, tuvo a La Virgen Maria en la advocación de Maria Auxiliadora, como guía en su misión entre la juventud. Platicando con los muchachos de su tiempo les decía: Maria Auxiliadora es una ayuda para los creyentes, ella llevó en su vientre al Hijo de Dios, cumpliendo de ese modo la promesa Del Señor, de habitar en el corazón del hombre.

Pocos años después de la fundación de Los Salesianos, a mediados del siglo antepasado; don Bosco construyó el Santuario de Maria Auxiliadora en Turín Italia. Teniendo los Salesianos a Maria Auxiliadora como su Santa Patrona, para hacer de los jóvenes que se encomiendan a ella, buenos Cristianos y honestos ciudadanos.

Al conocer los pormenores del método de trabajo de los Salesianos, el Padre Ochoa se hizo el propósito de trabajar a favor de la juventud, cuando regresara a Colima. Una vez que terminó su doctorado en Roma, volvió a esta ciudad, cuando todavía se seguía hostigando a los Católicos por parte de la intolerancia gubernamental.

Conduciéndose con discreción por los mencionados problemas, don José Amador Velasco cuarto obispo de Colima, nombró al Padre Ochoa rector del seminario en 1939. Cuando terminó su encargo en dicha institución en 1941, de inmediato echó mano de destreza y el 8 de diciembre del año antes citado, el día de la fiesta de las Conchas, en una solemne ceremonia se colocó la primer piedra de lo que sería el Santuario de Maria Auxiliadora aquí en Colima.

La construcción del templo, que dicho sea de paso, cuando mis hijos eran chicos y los llevaba a misa a ese lugar, Sofia la mayor me decía: a mí si me gusta ir a misa al templo del castillo. Y es que en verdad tiene la apariencia de un castillo medieval. Los trabajos para su edificación duraron poco más de 13 años, desde diciembre del 41 a enero de 1955

El Padre Ochoa personalmente se encargó de recabar los fondos entre la feligresía de Colima. La obra en aquel entonces tuvo un costo de 3 millones de pesos. Nomás para darnos una idea de lo actualmente costaría, sirva de ejemplo que el costo de la gasolina en la década de los cincuenta, era de 10 centavos el litro; hoy en día la misma gasolina tiene un precio promedio de 25 pesos el litro.

El estilo del templo es cargado al neogotico moderno, revestido en el interior con mármoles nacionales pero también de finos mármoles italianos de Carrara.

Dentro de 4 días, el 23 de enero se cumplen 70 años que tuvo lugar la primer misa en el Santuario de Maria Auxiliadora ya terminado. La consagró a La Madre de Dios, el obispo don Ignacio de Alba. Un día después el 24 de enero de 1955, se realizó la coronación de la imagen de Maria Auxiliadora por el primer cardenal que ha tenido México y que era el arzobispo de Guadalajara, don José Garibi Rivera.

El Padre Ochoa fue el encargado de Maria Auxiliadora desde la primer piedra en 1941, hasta que la entregó a perpetuidad a los Padres Salesianos en 1969. El Padre Ochoa sin ser de la orden Salesiana, puesto que era diocesano, les decía a los muchachos: yo soy Salesiano de corazón y, los exhortaba de este modo. . . Maria Auxiliadora es un apoyo para aquellos jóvenes que sienten que no tienen esperanza ni razones para comprometerse con una vida Cristiana. Cualquiera puede encontrar en ella, ayuda y consuelo en cualquier circunstancia.

Partió don Enrique de Jesús Ochoa a la casa del Padre el 30 de octubre de 1977, sus restos descansan en el criptario Del Sagrado Corazón, en la parte baja del templo que él construyó, Maria Auxiliadora.

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.