Encuestas y Candidatos

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EDITORIAL

Como cada inicio de proceso electoral, es decir, por lo menos cada 3 años, es normal que exista una efervescencia política naciendo de las bases y profundizándose en las cúpulas partidistas y también el mismo fenómeno a la inversa.

El proceso electoral ya dio inicio con la toma de protesta e instalación del Instituto Nacional Electoral en el Estado y el Tribunal Electoral del Estado, son los órganos oficiales que habrán de sancionar las elecciones del próximo domingo 7 de junio de 2015.

Una vez instalados estos organismos autónomos, los diferentes partidos políticos fijan las bases y las convocatorias para elegir a los hombres y mujeres que habrán de competir en la contienda, que por primera vez se tendrá en las boletas a igual número de mujeres y hombres.

Así los partidos políticos inician auscultaciones entre sus organizaciones, corrientes, tribus, seccionales y comités de barrio o de base, para saber quiénes son las personas más competitivas para obtener una victoria electoral.

Es muy común que los partidos políticos, además de tomar en cuenta la opinión de militantes recurran a métodos un poco más sistematizados, como son las encuestas políticas, para observar la aceptación, rechazo, simpatías, intención del voto, etc.

Pero sin duda, las encuestadoras realizan un trabajo arduo a ras de piso, preguntando sobre todo ¿quién le gustaría que fuera presidente, gobernador, senador, alcalde, diputado, etc?, pero en ese mundo de las encuestas hay de todo.

En México existen decenas de casas encuestadoras, pero son 4 o 5 las que han alcanzado un prestigio nacional, por la fidelidad y certeza en sus métodos y resultados, sin embargo, en cada proceso electoral aparecen otro tanto de “nuevas” encuestadoras que sólo buscan el dinero de sus clientes o se prestan para tratar de engañar a los electores e inclinar la balanza hacia un candidato o un partido político.

En Colima, no es la excepción y en los últimos años han aparecido casas encuestadoras que no gozan de un rigor metodológico para la realización y mucho menos los resultados al final de la contienda, han coincidido con las cifras oficiales de los organismos electorales.

No existe en nuestro estado una sola casa encuestadora que goce de un prestigio por su trabajo, por ello, los partidos políticos en la entidad recurren a encuestadoras reconocidas a nivel nacional, como Blanco y asociados, Mitofsky, María de las Heras y el Universal por mencionar las más populares.

Muchos candidatos y fuerzas políticas utilizan a otras encuestadoras para manipular los verdaderos resultados de las mismas, con la finalidad de crear en el imaginario colectivo, una aceptación sobre un partido o candidato que no goza de tal simpatía o intención del voto.

Como ya pudimos ver la semana pasada y lo veremos hoy en los próximos días y semanas, los colimenses seremos testigos de una verdadera “guerra de encuestas”, sólo bastará con ver a los sorpresivamente punteros de las mismas para saber quién pagó esa propaganda, sobre todo, cuando son encuestadoras locales o nacionales que no tiene el rigor metodológico de las compañías serias.

Muchos personajes de la política llegan a polemizar sobre las encuestas e incluso los medios de comunicación tradicionales y ahora los electrónicos, porque cada medio difunde las encuestas según sea el trato comercial o quien pague por publicarlas.

Así la opinión pública vivirá todo el proceso electoral saturado de encuestas, que con un poco de criterio lógico podemos distinguir cuáles con las encuestas serias de las que no lo son, pero lo más importante, la verdadera encuesta única será el domingo 7 de junio de 2015, cuando electores ponen a cada candidato en su lugar.