En Perspectiva

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MEJOREMOS NUESTRA VIDA

Por: Gerardo Palafox Munguía

Todos podemos cambiar, solo es cuestión de tiempo y decisión. Para  lograr un cambio es necesario reaprender lo que lo que significa la palabra éxito y lo que representa la palabra  fracaso. En el entorno social y en el familiar, nos enseñaron desde pequeños que el fracaso es no lograr nuestros  objetivos que  son siempre  muy diversos y van desde un logro material, económico, afectivo o  social.

Para no sentirnos fracasados  debemos tener la seguridad que damos lo mejor, que brindamos todo de nosotros en cada momento y en cada situación sin olvidar que existen factores externos que no cambiaran y que ciertos resultados no dependen de nuestras acciones.

Cuando dejamos que los demás opinen sobre nuestros problemas y se entrometan en nuestra vida, dejamos que  vivan por nosotros, ellos sin darse cuenta viven  un poco más  la vida de los demás  que la de ellos mismos. No permitamos que la sociedad viva a través de nosotros, vivamos a través de la sociedad en que nacimos poniendo limites, respetando valores, principios y recordando que aquellos mismos valores debemos exigir para que  nos sean respetados.

Como seres humanos pasamos a ser víctimas cuando perdemos el control de  nuestras vidas, cuando dejamos que sobre ella opinen los demás sin importan quien sea el interesado.  Recuerda que  vivir y ser feliz es un acto personal.

Sin admitir que tenemos conflictos podemos creer que la vida en si es un problema que  somos seres perfectos y que la vida misma nos dará la solución por lo que tomar conciencia de ellos y actuar en consecuencia es el objetivo y la respuesta es el fin último.

El problema  no es el problema sino el motivo y la razón, el problema es la respuesta que nosotros  tenemos frente al mismo, desconocerlo haría imposible el crecimiento personal. Para avanzar hacia el éxito es imprescindible reconocer nuestro punto débil así como nuestras fortalezas, es sacar la piedra del zapato, en pocas palabras  darnos cuenta  de nuestras actitudes y como respondemos a los impulsos y detonantes externos. Es aprender a tolerar la frustración que nos genera vivir en sociedad, es darnos cuenta que no podemos cambiar a los demás, que el cambio es un acto personal y que nadie cambia sin desearlo.

La solución para no sentirnos fracasados es  aceptar en un primer momento la Incapacidad que tenemos para tomar decisiones y aceptar que somos humanos y que nos podemos equivocar, pero que al final del día de una jornada de trabajo, lo que no se logró no representa el fin del mundo, recordemos que cada mañana aparece en el horizonte nuevamente el sol.

Otro punto importante  creo que es elegir el momento ideal para  tomar esas decisiones ni antes ni después, justo a su tiempo. Las hojas  de los arboles  no caen antes de nacer ni los frutos crecen fuera de su temporada. Todo tiene su tiempo para suceder. Recuerda que ser protagonista de una película real es un compromiso único e indivisible, que por ella cada uno somos responsables y que existen situaciones que nos obligan a viajar por caminos con múltiples bitácoras y que  pueden las decisiones ser de carácter  impostergable.

Una crisis encierra en sí misma una lección que  se traduce en  aprendizaje, es una gran posibilidad de crecimiento individual y puede representar según sea el caso el impulso para alcanzar nuestras metas.

Partiendo de nuestras equivocaciones  podemos construir reinventando nuestros pensamientos, nuestras respuestas, podemos mirar hacia atrás  y ver  que lo que  sentimos que son fracasos  no son sino oportunidades de vida para ser cada día mejores personas.

La diferencia entre seguir igual o crecer radica en el poder que tenemos para tomar decisiones, para cambiar y saber cuál es nuestra verdadera  intención y lo que  deseamos en la vida. Si no sabemos a dónde vamos somos como barquitos de papel bajando por el cauce de un rio desconociendo  donde  llegara.

La comunicación con nosotros  en el día con día  evita  sentimientos de culpa y nos lleva a reconocer  que lo que  hemos vivido no es  sino el resultado de todo a lo que nos hemos  encaminado paso  a paso quizá caminando sin un proyecto claro y preciso, sin pensar  sabrás que nada de lo que se vive es  inútil y que  forma nuestro carácter y personalidad por lo que nunca jamás encontrarás a dos personas  emocionalmente iguales, es  el sello  de la vida que se  plasma en nuestra piel como un tatuaje y  aquí lo importante, es  aceptar que  podemos  mejorar  nuestra vida, cambiar  el rumbo, tomar  nuevas  decisiones y en base a estas  abrir sendas y empedrar los caminos, piedra a piedra hasta lograr nuestros objetivos de vida.

Dirigir nuestro camino a otro punto en el horizonte, tomar  la rienda de nuestros sueños aun cuando estos no sean con los que iniciamos el camino y  dibujar un futuro esperanzador y promisorio es posible siempre que aceptemos que es posible mejorar y decir para nosotros que es tan fácil cambiar que solo es cuestión de desearlo y aplicar pensamientos positivos y no desfallecer jamás en el intento.

El fracaso es una oportunidad  para crecer, el tocar fondo  y mirar de nuevo la luz del sol es  un milagro. Cambiar  los criterios, hacer un alto total, parar por un momento el tren de nuestra vida y  analizar  si la ira  o el resentimiento  no nos permite  desvanecer  recuerdos  y experiencias  desagradables  y dejar  para siempre  y a un lado de la carretera a las personas  toxicas que  deben salir de  nuestras vidas.