Esas son algunas de las enseñanzas que arroja la literatura de José Martí (Cuba, 1853-1895), y Nery Carrillo Alonso –profesora de la Universidad Pinar del Río, Cuba, y presidenta de la Sociedad Cultural José Martí– estuvo en Colima para compartir esto y promover la literatura martiana en el Voluntariado Universitario y la Facultad de Letras y Comunicación (FALCOM) de la máxima casa de estudios colimense.
Se concentró en la difusión de la obra infantil La edad de oro y, con el libro bajo el brazo, visitó a los niños y niñas de Mirador de la Cumbre para presentarles la literatura parida por la imaginación del gran ensayista, político y escritor cubano.
“Martí nos heredó una obra inmortal que, en sus tiempos, rompió con los esquemas de la literatura infantil anterior a ella; es una literatura que le inculca a los niños valores éticos y estéticos. Su obra, aunque escrita para niños, puede ser leída a cualquier edad e igualmente generará conocimientos en valores”, apuntó, en entrevista, Nery Carrillo.
La Edad de Oro era originalmente una revista que se publicó de julio a octubre de 1889, pero quedó cancelada por diferencias entre José Martí y el editor. Ahora, todas esas publicaciones quedaron integradas en un libro: “Lo valioso de la literatura infantil de José Martí es que a partir de cuentos, artículos y poesías produce sentimientos y estimula el conocimiento; pretende inculcar curiosidad para que los niños piensen por sí mismos, busquen respuestas, se hagan preguntas”.
Y aunque es un libro pensado para los niños y niñas de toda América –desde el Río Bravo hasta la Patagonia– la obra de José Martí ha alcanzado un valor universal, dice ella, porque con sus libros “la persona crece intelectualmente y alcanza niveles de madurez superiores”; esas razones bastan para que la literatura martiana sea imperecedera.
Se esconde un poder transformador detrás de la obra del escritor, ensayista y político cubano: “Con su literatura les enseña a los niños y niñas que en la vida vale más la inteligencia que la fuerza y que el conocimiento es la única vía para el crecimiento… pero lo mejor es que los niños van aprendiendo esto sin siquiera darse cuenta, lo van asimilando e inconscientemente van incorporando esas normas de conducta a su modo de actuar”.
La literatura infantil es, lamentablemente, un género que por muchos años ha sido subestimado; sin embargo, considera Nery Carrillo, es sumamente complicado escribir literatura infantil válida.
Nery Carrillo dijo que en su visita a Colima apoyó las actividades del Voluntariado de la Universidad de Colima, presidido por Susana Ortuño de Aguayo. “La sesión de trabajo en la que participé fue memorable: los niños, aunque no tienen un contacto estrecho con la literatura, le dieron un recibimiento increíble a la obra de Martí (…) creo que es importante mostrarles a esos niños y niñas otra cara de la vida para contrarrestar un poco la que ellos tienen habitualmente”, concluyó.
Además, ofreció conferencias de literatura cubana ante estudiantes de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.