En entrevista con Crónica, el periodista y escritor español resalta que a cuarenta años de la salida del primer e-book, contiene ventajas como la funcionalidad de lectura, pues “en un dispositivo que pesa 50 ó 60 gramos, puedes contener libros de 500 páginas, además, puedes convertirte en editor al jugar con la tipografía, colores y contrastes del mismo”.
Otras de las cosas positivas es que permite abaratar costos, porque la compra se hace bajo demanda, “tú lo subes a la red y los lectores pueden comprarlo sin que haga falta que se lo lleves físicamente a su casa”. Con esto se pierden las fronteras físicas y económicas al poder comprar libros electrónicos de cualquier parte del mundo.
Para Marchamalo el libro sigue siendo el gran transmisor de ideas, y el paso hacía el libro electrónico no ha representado cambios excepcionales dentro de la vida, “más bien, se ha asumido de forma natural”, como otras tantas cosas tecnológicas que ha asumido la sociedad de la información.
Para el ponente del Segundo Simposio Internacional, El libro electrónico en español, el libro electrónico podrá tener otro de tipo de contenidos, como manifestaba Héctor Abad Faciolince, por ejemplo, al tiempo que lees una historia podrás ver videos, escuchar una música, “creo que de alguna manera irá más por ahí”.
Destacó que la gran oportunidad del libro electrónico es poder intercambiar cultura, y uno de sus retos es abaratar costos. “No podemos estar cobrando por un libro electrónico cuatro dólares menos que por un libro en papel, porque tiene mucho menos costo, destacó.