EL GALLO DE ALITO

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AL DESNUDO

Por: Edgar Rodríguez H.

El ex  presidente del Frente Juvenil del PRI Estatal, diputado local, ex regidor del cabildo de Colima, ex Director General del Instituto Mexicano de la Juventud, ex integrante del equipo de campaña del ex candidato perdedor del PRI-PVEM  a la presidencia de la Republica, José Antonio Meade Kuribreña,  y vicepresidente de la Federación Mexicana de E-Sport, José Manuel Romero Coello, jura y perjura ser el gallo del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, Rafael Alejandro Alito Moreno Cárdenas, para contender por la gubernatura de Colima en el proceso a disputarse el primer semestre del próximo año.

Romero Coello siempre ha sido un político cupular, no de base sino de élites, efectivo cultivador del respaldo y de los favores de los hombres y de las mujeres del poder como lo fueron el ex gobernador del Estado de México y ex presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y su ex Secretaria de Desarrollo Social María Rosario Robles Berlanga. El primero en el exilio y la segunda  presa en el reclusorio de Santa Martha Acatitla. También, por momentos, muy allegado a los afectos del gobernador José Ignacio Peralta con quien ha tenido una relación con fricciones. Con tales padrinos no necesita más cartas de recomendación. ¿O sí?

El ex titular del Injuve tanto creyó y quiso al mexiquense Enrique Peña Nieto, ahora de infausta memoria, que hasta su peinadito le copió, no se diga el modito de andar. La identificación de aquel con éste fue tal que se llegó a creer el Enrique Peña Nieto colimeño, y posaba como tal para atraerse las simpatías de los y las que querían a su ídolo copetudo en su colchón, mismos que después se dieron de topes porque resultó todo un pajarraco de cuenta cuyo desastroso desempeño le abrió las puertas a la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República con todo y su Cuarta Transformación que igualmente está deviniendo en monumental desencanto ciudadano.  

Institucionales y disciplinados como siempre han sido, de seguro que las cúpulas tricolores colimenses aceptarán sin hacer gestos que su dirigente nacional, Alito Moreno Cárdenas, les imponga como su candidato a gobernador de Colima a quien, José Manuel Romero Coello, en las elecciones de 2018 desairó al priismo capitalino al que hizo consentir que sería su candidato a presidente municipal de Colima, para salirles a la hora de la hora con que su mamá le dijo que siempre no.

A lo mejor Romero Coello ya olvidó que el tiempo que pasó deshojando la margarita le hizo perder al candidato sustituto Walter Oldenburg Ochoa su elección el domingo el primero de junio de 2018, pero quienes no han olvidado el agravio son el propio Walter, su equipo de campaña y los propios priistas. ¿Si se les rajó en 2018, qué garantías hay de que no los vuelva a dejar colgados de la brocha en 2021?

Romero Coello pasa por alto que los colimenses, priistas de base incluidos, son reacios a las imposiciones centrales, de cúpula, que él invoca a su favor como si el tiempo se hubiera detenido antes del proceso pasado, como si los electores no hubieran descubierto que con sus votos le pueden bajar los humos al más pintado y a quienes lo apadrinen. Emplear los mismos viejos modos, formas y caminos para acceder al poder que ya caducaron, no le augura resultados positivos a Romero Coello sino todo lo contrario. El tiempo lo dirá.

El ex funcionario de Peña Nieto podrá seguir contando que ya trae bien amarrada la candidatura priista a gobernador del estado, y hasta que ya se ve despachando a partir del 1 de noviembre de 2021 en Casa de Gobierno y Complejo Administrativo del Gobierno del Estado, pero de sus dichos a los hechos hay mucho trecho. Se vale soñar, pero también aclararles paradas a los políticos que siguen viendo a los ciudadanos como Dios a los conejos. ¿O no? 

Alegra saber que Moreno Coello busca que a Colima y al presidente de la República les vaya bien, bonito. Como lo dio a conocer en una entrevista.

Se dice que…

*Porque el perredizado Partido Movimiento de Regeneración  Nacional (MORENA) sigue cuesta abajo en su rodada hacia el 2021, al verde ecologista Virgilio Mendosa Amezcua hasta le hace un gran favor, servicio, “una mayoría del Consejo Estatal de Morena en Colima”, al rechazar la eventual alianza con el PVEM llevándolo como candidato a gobernador de Colima en 2021. Ojalá que el armeritense porteño de corazón entienda que electoralmente vale más contendiendo solo que con tan conflictivas compañías. 

*Además, la política energética Thrumpista de AMLO que privilegia el abuso de los combustibles fósiles, choca frontalmente con la preferencia por las energías renovables, limpias, sustentables, que pregona el Partido Verde Ecologista de México. Tarde o temprano ese diferendo podría ser causal de divorcio entre éste y aquel, su MORENA incluido, no se diga la Cuarta Transformación.