De visita a Colima, para la celebración de los 50 años de sacerdocio del obispo de Colima, José Luis Amezcua, el nuncio mencionó que sin embargo, la idea del fin del mundo puede ayudar a darle sentido a la vida.
“En mi opinión hay algo muy profundo en el corazón de la persona, y es que todos somos inquietos para dar sentido a nuestra vida, darle un poco de sentido al mundo de hoy, un mundo que ha perdido sentido en una cultura que es muy materialista, que no tiene otra perspectiva de futuro”.
Señaló que las profecías sobre el fin del mundo son manipuladas para vender un producto.
“En el mundo de hoy todo es comercio. Si se trata de turismo está bien, pero yo pienso que más profundamente todos necesitamos saber de dónde venimos, y a dónde vamos, pero ¿quién nos puede decir eso?, ¿quién nos puede indicar el fin del mundo? No somos nosotros, nosotros no sabemos. A los que dicen ‘el mundo se acaba mañana’ hay que preguntarle ¿cómo lo sabes? No es una cosa muy seria”.
“Nosotros no sabemos, nadie sabe cuándo se acaba el mundo, solamente el Padre”.
Christopher Pierre indicó que a cada persona se le acaba “su pequeño mundo, pero no es el final del mundo porque sabemos que la muerte es para nosotros la puerta a la vida, eso es lo que pienso de toda esta discusión”.
Sostuvo que los males de México hoy en día son la violencia y la pobreza.
Deseó una feliz Navidad a los colimenses y señaló que no deben olvidarse de hacer el bien.
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