EFRAÍN NARANJO: EN LA POLICÍA, LAS MANZANAS PODRIDAS NO DEBEN CONTAMINAR A LAS SANAS

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    Entrevistado sobre el tema, Naranjo Cortés expuso que “existe primordialmente el derecho de la sociedad a tener garantizada la conservación de sus bienes y su seguridad” y quien tienen la obligación de hacer que ello prevalezca es el estado, “pero no el estado como gobierno, sino el estado como entidad política por excelencia”.

    El estado, abundó, “atendiendo los reclamos sociales debe cumplir con ese derecho de la sociedad”. Por tanto, subrayó, “la seguridad pública es obligación del estado”.

    Efraín Naranjo observó que ante las circunstancias presentes “se han visto muy vulnerados los cuerpos, y no nada más los policíacos, sino hasta los castrenses”, dijo en referencia al caso de militares de alto rango recientemente señalados por presuntas ligas con la delincuencia organizada. Insistió en que “no es privativa de la policía la presencia de esos elementos” que no solamente no cumplen con su obligación para que se pueda brindar ese derecho a la seguridad “sino que traicionan” y hacen nugatorio ese derecho social y esa obligación del estado.

    De tal forma, subrayó en referencia al punto esencial de la depuración policíaca, “se hace necesario para el estado seleccionar las manzanas para que las podridas no contaminen a las sanas”.

    A una pregunta acerca de que algunas personas han abogado por los policías cuando han sido depurados, Efraín Naranjo dijo que “hay que relativizar muy bien” las expresiones de “pobrecitos” que suelen escucharse cuando ha sido aplicada una medida de depuración. “Si esas personas traicionan a la sociedad que quiere seguridad y están siendo elementos de riesgo, portando incluso elementos de mayor riesgo a la seguridad de las personas, no podemos decir pobrecitos, sino decir qué bueno que los corrieron”, dijo.

    Mencionó que si se conoce quién pasa revista y quién nó, quién cumple o nó con su trabajo, “si queda claro que no hacen lo que deberían y no son de confianza, entonces es claro que nos estarían traicionando en cuanto a tener paz y seguridad”.

    “La comunidad social tiene derecho a tener policías honestos, por eso se les paga, y tenemos derecho a exigir y que rindan en su obligación todas las corporaciones. Yo exigiría eso en lo general, y en el caso de Colima la mera verdad es que se tiene que ser franco y sincero: si ellos no tienen la confianza del patrón (el estado), deben estar conscientes (los agentes policíacos) de que pueden ser depurados”, anotó para concluir Efraín Naranjo.