EDUCACIÓN, HACIA ATRÁS (La inequidad educativa , cabalgando sobre la sin razón)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) reafirmó la decisión de eliminar las Escuelas de Tiempo Completo y con ello el apoyo de educación y alimentación de 3.6 millones de niños y adolescentes. El 28 de febrero pasado, mediante la publicación del Acuerdo 05/02/2022 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la institución hizo oficiales las Reglas de Operación para “La Escuela es Nuestra” (LEEN) de 2022, que desaparecen de manera definitiva las escuelas de tiempo completo.

La organización Mexicanos Primero fue la primera de un conjunto de instituciones, académicos de alto nivel y padres de familia que reprobó la acción y consideró que la SEP incumplió su compromiso de continuar con las Escuelas de Tiempo Completo, considerando la decisión como “ una afrenta directa a los derechos humanos, un desapego absoluto a su interés superior que significa una regresión gravísima en el ejercicio de esos derechos”.

MP advirtió que el gobierno federal y la SEP rompieron la promesa hecha hace un año al aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2021: mantener, a través de LEEN y dos nuevos componentes, los objetivos del recién eliminado programa “Escuelas de Tiempo Completo” (PETC). “En el contexto de regreso a clases presenciales, las escuelas de tiempo completo tenían la oportunidad de ser el vehículo para revertir la desnutrición y malnutrición, así como la recuperación de aprendizajes académicos y la salud socioemocional de niños, niñas y adolescentes”.

La Escuela de Tiempo Completo estuvo pensada, ha de saber el lector, como “una estrategia educativa para ampliar las oportunidades de aprendizaje y fortalecer el desarrollo de competencias de los alumnos conforme a los propósitos de la educación básica, aprovechando la extensión de la jornada escolar. Reforzaba las competencias en Lectura y escritura, Matemáticas, Arte y Cultura, Recreación y Desarrollo Físico, así como los procesos de la inclusión y convivencia, sobre todo en aquellas tres primeras actividades donde siempre ocupamos lugares secundarios en las pruebas Pisa y somos deficitarios.”

El programa inició en 2007 con 441 escuelas de educación básica. De las cuales, el 9% estaba en zonas de alta marginación. Para 2018 se llegó a tener registro de 27 mil 063 centros escolares donde el 51% eran zonas marginadas, de las cuales el 9% estaba en zonas de alta marginación. Para 2018 se llegó a tener registro de 27 mil 063 centros escolares donde el 51% eran zonas marginadas. No hay datos en el sentido de que estaba siendo un fracaso y que debía desaparecer, sino al revés: constituía una alternativa justiciera, altamente redituable y esperanzadora para quienes en la vida se esfuerzan desde pequeños para ser alguien de provecho en la vida. En Colima, salen perjudicados más de 40 mil alumnos.

¿ Qué significa la desaparición de este programa orientado a combatir la inequidad en la educación mediante la dotación de más oportunidades de aprendizaje para niños y niñas y de los correspondientes alimentos para soportar jornadas más largas ? Si el programa favorecía rotundamente a estudiantes de las zonas rurales y de zonas semi urbanas, entonces se colige que hay una afectación pues en los hogares de esas zonas la economía familiar no anda muy bien que se diga. Seguro que luego de su desaparición y en lo que se elabora uno nuevo, si es que ocurre, miles de niños dejarán de probar alimentos y se contentarán con lo exiguo que les den en su casa, generalmente un alimento raquítico sin proteínas ni nutrientes suficientes.

Un dato más:_se averiguó que un 65.8% de personas encuestadas expuso que el primer alimento que consumían en el día los niños era proporcionado por el del Programa Escuelas de Tiempo Completo, esto de acuerdo con una evaluación en el ciclo escolar 2017-2018, realizada por el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Por su parte, el CONEVAL hizo estimaciones de la medición multidimensional de la pobreza y observó que, entre 2018 y 2020 el rezago educativo aumentó en 0.3 puntos porcentuales, pasando de 19.0% a 19.2%, respectivamente. Esto significa que hay más mexicanos indispuestos a participar mejor en este mundo global competitivo y muy desigual en perjuicio de quienes no acceden a servicios educativos y pertenecen a la última escala social.

Es fundamental reflexionar sobre los efectos de algunas políticas públicas que en aras de un mayor ahorro o por cuestiones puramente ideológicas, perturban la progresión educativa de niños y jóvenes   que, en los estratos de menores ingresos, luchan por salir adelante con sacrificios propios y de sus padres.

La educación es algo muy serio como para dejársela a políticos insensibles e impreparados que tranquilamente toman decisiones desde sus carísimos escritorios ignorando los efectos dañinos que se producen cuando queriendo cambiar algo se termina dañando las aspiraciones de los más.

México continúa rezagado en educación y en resultados de su sistema escolar, al punto de que la actual generación se retrasará al menos unos cinco años o más respecto al aprovechamiento que otros niños, en otros países, logran. Y esto es, sin duda, una desgracia que traerá aparejada pérdidas incalculables.