Efraín Naranjo refirió que por estar en las calles, las fuerzas armadas “siempre nos van a traer un estado policiaco”, que pone en riesgo la labor tanto de periodistas como de defensores de derechos humanos, porque dice: “somos un obstáculo y una piedra en el zapato en cuanto al actuar arbitrario de las corporaciones policiacas y militares metidas a guardianes”.
Lo cual, señala: “demuestra claramente que el ejército no tienen por qué estar en las calles, porque no está hecho para prevenir sino para matar, para la guerra, ellos no tienen como la sociedad civil las condiciones como para podernos orientar”.
Y agrega que “toda esa dinámica de tener al ejército en las calles obviamente que nos está poniendo en peligro a ustedes que son críticos como periodistas y que obviamente le duele al gobierno que le digan lo que sucede en la sociedad y obviamente a nosotros”.
Por último, el defensor sostiene que si en realidad los hechos denunciados por los periodistas —quienes aseguran les quitaron sus cámaras a punta de pistola y fueron detenidos por 12 horas— “me parece un error garrafal”, y que además si es verdad que la misma Procuraduría General de Justicia del Estado participó en esto es también lamentable pues sería “violadora de los derechos fundamentales de los periodistas, un sector tan sensible, un sector tan necesario para la sociedad, para abrir, para crear conciencia para formar opinión y puntos de vista”.