Discutir frecuentemente puede afectar a tu salud

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COLIMANOTICIAS

México.- A todos nos ha pasado alguna vez que hemos perdido los nervios y nos hemos enfrascado en una discusión por un tema que ni siquiera merecía la pena. Y no son solo los niños quienes caen en esta trampa, sino que los adultos seguimos sus mismos pasos.

Cuando empieza la discusión es difícil saber el momento en el que va a terminar y en la mayoría de las ocasiones lo hará con un balance negativo. En este artículo hemos querido recopilarte algunos de los consejos que te ayudarán a saber gestionar este tipo de situaciones y evitar así que la discusión se agrave. ¿Quieres descubrir cómo?

¿Por qué surgen las discusiones?

Cuando convivimos con más gente, ya sea en casa, en el trabajo o compartiendo nuestro tiempo libre, es normal que no siempre estemos de acuerdo en todo. Cada persona tiene su propia manera de ver el mundo y de pensar, y cuando esa percepción de las cosas no coincide con las de un familiar, un amigo o compañero es cuando surgen los conflictos y empezamos a discutir.

Discutir como tal no es malo, sino una necesidad  natural que viene dada por la diversidad de opiniones y las preferencias de cada persona. El problema surge cuando nos enfadamos y tomamos la discusión como una batalla que ganar para imponer nuestro punto de vista.

Cualquier asunto o motivo por pequeño que sea puede ser el causante de generar una discusión. Pero recuerda y ten presente aquello de que “dos no discuten si uno no quiere”.

Como te contábamos antes, discutir no es malo, pero si lo haces de forma frecuente y te tomas esas discusiones como algo muy personal donde la única salida es imponer tu visión, esa forma de pensar puede estar perjudicando no solo a tus relaciones personales, sino también a tu propia salud.

El estado de ánimo que tengas influye en tu salud, y si siempre estás tenso, estresado o preocupado a causa de esas discusiones eso puede llegar a provocar problemas cardíacos, accidentes cardiovasculares, problemas hepáticos, ansiedad, depresión e incluso enfermedades como el cáncer.

¿Merece la pena discutir?

A veces más que aprender a manejar una discusión uno tiene que plantearse si merece la pena llevarla a cabo. ¿Tanto importa la causa como para discutirla? Piensa si vas a obtener tras esa discusión lo que quieres, si merece la pena enfrentarse a la otra persona por lo que puedas conseguir de ella y sobre todo si es el momento adecuado para llevarla a cabo.

Imagina que has dejado algo en un lugar, y un familiar lo ha cogido y guardado mientras no estabas. Cuando has llegado el objeto que necesitabas no estaba en el mismo lugar y alguien lo ha utilizado, pero antes de poner el grito en el cielo respira y piensa: ¿Acaso ha sufrido algún daño? ¿Acaso no puedes utilizarlo ahora? ¿Por qué empezar una discusión cuando simplemente volviéndolo a coger y usarlo tenemos arreglado el asunto?

 

 

Fuente: MIS REMEDIOS