Por: Jonás Larios Deniz*
1810 es año clave en la construcción del concepto de nación que hoy reconocemos, México no era tal antes del movimiento independentista; el concepto de mexicano (a) fue resultado de esta lucha armada. La Nueva España es el antecedente inmediato de lo que hoy vivimos como país. El 15 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo dio el grito que marcó el inicio de la guerra contra los españoles, sublevando al pueblo a tomar las armas, ya que en ese momento (en el que fue descubierta la conspiración), no contaban con un ejército de base. La pelea cuerpo a cuerpo por un territorio, el liderazgo de un cura católico y la virgen de Guadalupe como estandarte son elementos que definieron la idiosincrasia de un pueblo que, décadas después, sería llamado “México”. De acuerdo con Aguirre Botello (http://www.mexicomaxico.org/ParisMex/personajes2.htm) son treinta y ocho los caudillos, intelectuales y conspiradores (as) de la Independencia de México; en mi opinión es relevante enunciarlos: Miguel Hidalgo y Costilla, José Ma. Morelos y Pavón, Vicente Guerrero, Francisco Javier Mina, Nicolás Bravo, Juan Aldama, Ignacio Allende, Mariano Jiménez, Mariano Matamoros, Guadalupe Victoria, Leona Vicario, Andrés Quintana Roo, Guillén de Lampart, Agustín de Iturbide, Hermenegildo Galeana, Ignacio López Rayón, Manuel Mier y Terán, Melchor de Talamantes, Francisco Primo Verdad, Marqués San Juan de Rayas, José Mariano Michelena, Epigmenio González, Antonio Ferrer, Josefa Ortiz de Domínguez, Mariana Rodríguez del Toro Lazarín, José María Cos, José María Liceaga, Servando Teresa de Mier, Joaquín Fernández de Lizardi, Carlos María Bustamante, José Antonio Torres, Víctor Rosales, Encarnación Ortiz, Leonardo Bravo, Pedro Moreno, Pedro Ascencio, José Joaquín Herrera y Miguel Barragán. El movimiento armado duró once años, consumándose el veintisiete de septiembre de 1821. Un día después, el veintiocho de septiembre de 1821, se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano (http://www.mexicomaxico.org/ParisMex/acta.htm) por los treinta y seis miembros de la Junta Suprema y Soberana, a saber: Agustín de Iturbide, Antonio Obispo de la Puebla, O’ Donojú, Manuel de la Bárcena, Matías Monteagudo, José Yánez, Licenciado Juan Francisco de Azcárate, Juan José Espinosa de los Monteros, José María Fagoaga, José Miguel Guridi y Alcocer, El Marqués de Salvatierra, El Conde de Casa de Heras Soto, Juan Bautista Lobo, Francisco Manuel Sánchez de Tagle, Antonio de Gama y Córdoba, José Manuel Sartorio, Manuel Velásquez de León, Manuel Montes Argüelles, Manuel de la Sota Riva, El Marqués de San Juan de Rayas, José Ignacio García Illueca, José María de Bustamante, José María Cervantes y Velasco, Juan Cervantes y Padilla, José Manuel Velásquez de la Cadena, Juan de Horbegoso, Nicolás Campero, El Conde de Jala y de Regla, José María de Echevers y Valdivieso, Manuel Martínez Mansilla, Juan Bautista Raz y Guzmán, José María de Jaúregui, José Rafael Suarez Pereda, Anastasio Bustamante, Isidro Ignacio de Icaza y Juan José Espinosa de los Monteros (Vocal secretario). Las fechas y los personajes, a manera de efemérides, constituyen la estrategia educacional que hace posible conocer nuestra historia, pero más aún, comprender el origen de nuestra mexicanidad. Ser mexicano (a) puede empezar a explicarse y entenderse desde las efemérides de septiembre y las listas de hombres y mujeres que lucharon y/o que plasmaron su firma en el Acta de Independencia de México. Las identidades nacionales se construyen. En mis clases de Teoría Pedagógica aprendí que, para hacer de la Unión Soviética un país fuerte y poderoso era necesaria la formación de ciudadanos soviéticos (“soviets”); así lo propuso Antón S. Makarenko, pedagogo ruso de principios del siglo XX. En su plan de formación destacaron dos premisas pedagógicas: a) el trabajo en colectivo y b) el trabajo para el colectivo. ¿Cuáles tendrían que ser las premisas para fortalecer nuestra identidad como mexicanos (as)? ¿Es la inasistencia a los actos oficiales septembrinos que organiza el Gobierno Federal (o gobiernos estatales) una vía para consolidar nuestra ciudadanía? ¿No es importante la Historia de los caudillos y héroes? ¿Los caudillos y héroes ya no son más caudillos y héroes? ¿Quiénes son, ahora, los héroes en el imaginario de las y los mexicanos? En mi sentir, si los adultos deciden no acudir a las plazas a conmemorar el inicio de la lucha independentista, tendrían que hacerlo desde sus casas. Los niños, niñas y adolescentes no han completado su identidad como mexicanos (as).
* Profesor-investigador de la Universidad de Colima