*Planteles escolares atienden la convocatoria de la Protección Civil.
*Se cumplen 22 años del Sismo de Magnitud 7.6 en Colima.
Alfredo Quiles Cabrera|CN COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- Al conmemorarse este martes 22 años (21 de enero del 2003) del Sismo de Magnitud 7.6 que afecto Colima, Michoacán y Jalisco, y que dejo como saldo más de 20 personas muertas y daños materiales aún incuantificables, los colimenses han fortalecido la cultura de protección civil y este día al realizarse el Primer Simulacro de Sismo del año hubo una destacada respuesta de parte de la población que se sumó al mismo.
Este día, como ha ocurrido desde hace 22 años, las alarmas de sismo sonaron en punto de las 10 de la mañana en todos los edificios públicos, donde los colimenses abandonaron las edificaciones en orden y tranquilidad para colocarse en lugares considerados seguros. La gran mayoría de planteles escolares se sumaron a este Primer Simulacro del Año.
Este Simulacro Estatal de Sismo 2025, fue planteado bajo la hipótesis de un sismo magnitud 7.6, profundidad 9.3 km, con epicentro en la costa del estado a 39.2 km al suroeste de Cuyutlán, Armería, Colima. Ocasionando afectaciones en infraestructura pública, viviendas, vialidades, carreteras y servicios básicos”.
Colima cuenta con una alerta sísmica, instalada en diversas estaciones radiofónicas y, según reportes oficiales de Protección Civil se activo en forma puntual a las 10 de la mañana.
ANTECEDENTES
Hoy hace 22 años, de acuerdo a los datos del Servicio Sismológico Nacional, se registro ese fuerte movimiento telúrico que tuvo su origen frente a las costas de Cuyutlán y pudo sentirse con gran intensidad en las costas de Colima, Michoacán y Jalisco.
Debido a las víctimas mortales y los daños materiales, la Secretaría de Gobernación en aquel entonces a emitió la declaratoria de emergencia para los 10 municipios del estado.
Este sismo, en su momento, fue considerado el sismo más importante de este siglo en las costas de Colima, ocurrió el 21 de enero de 2003 a las 20:06 horas con una magnitud 7.6. Su epicentro se ubicó frente al municipio de Tecomán, a unos 89 kilómetros de la capital del estado y fue percibido con fuerza también en los estados de Michoacán y Jalisco. Los daños más notables se observaron en el estado de Colima.
Los daños importantes en viviendas, escuelas, iglesias, edificios públicos y obras de infraestructura se presentaron en los estados de Colima, Jalisco y Michoacán, donde se encuentra una gran variedad de suelos y formaciones geológicas.
También se presentó licuación de suelos en el puerto de Manzanillo y en Coahuayana, perteneciente al estado de Michoacán. Los casos de hundimientos o agrietamientos de terreno más graves, se presentaron en el poblado de Villa de Álvarez. Este sismo no provoco daños graves ni pérdidas económicas importantes, así como tampoco cobró vidas humanas.
Entre los saldos de ese sismo, se cuentan 21 víctimas mortales, 400 heridos, más de 25 mil viviendas afectadas y daños a la infraestructura pública, todo por un monto superior a los mil millones de pesos.
Como suele ocurrir en este tipo de fenómenos, los sectores vulnerables de la población fueron los más afectados, pues las mayores pérdidas se presentaron en viviendas construidas con adobe y con techo de teja.
El sismo tuvo una duración de 50 segundos.
Con el transcurrir de los minutos, las escenas de la destrucción se sucedieron por diversas calles y barrios de la ciudad. Viviendas destruidas, bardas colapsadas y autos aplastados se convirtieron en escenas recurrentes.
La gente, en las calles, nerviosa y al punto de la histeria en algunos casos, completó un panorama de caos que se transformó, al paso de las horas, en desolación y pasmo, ante el panorama de destrucción.
Las autoridades estatales, encabezadas en aquel entonces por el gobernador Fernando Moreno Peña, inmediatamente se avocaron a la atención de la emergencia, con recorridos y acciones para solventar las primeras necesidades de atención a las víctimas.
Un día después del sismo, el 22 de enero, el presidente Vicente Fox Quesada recorrió las principales zonas afectadas en esta capital y en el municipio de Coquimatlán, donde ofreció el respaldo a los damnificados.
Hoy, este Simulacro nos debe recordar lo vulnerable que los colimenses somos ante la fuerza la Naturaleza.