Luis Rosales Chávez|CN COLIMANOTICIAS
Tecomán, Col.- El secretario General de la Unión de Tablajeros, Carlos Íñiguez, admitió que está lejos la posibilidad de que el estado cuente con un verdadero rastro tipo inspección federal (TIF) a pesar de que en el futuro será un deber estar en este nivel para el mercado, aclarando que a la fecha Colima no tiene un solo rastro que cumpla las condiciones mínimas requeridas.
El líder de los tablajeros aclaró que ya ha habido pláticas con diversas instituciones y desafortunadamente a nivel nacional se vive “una incertidumbre” al respecto. Recordó que hace un mes hubo un encuentro con la supervisora de las condiciones de los rastros y se confirmó que Colima no cuenta con uno solo que cumpla las condiciones, “por lo que se trabaja de acuerdo a nuestras posibilidades y para cumplir lo mínimo que requiere sanidad, pero si se pusieran muy drásticos realmente el único rastro que cumpliría es uno particular”, enfatizó.
Debido a la situación, se han propuesto dos rastros para el estado que centralizados, pero bien ubicados, serían una opción viable dado que Colima no es grande en territorio, de manera que dos rastros colocados estratégicamente darían suficiente servicio para cualquier municipio.
Carlos Íñiguez recodó que hace dos años propusieron al estado donarle un terreno que se compró entre tres personas, “le dijimos que pusieran la instalación y nosotros el terreno, pero desafortunadamente nos dicen que no hay recurso”.
Indicó que instituciones como la Sader u otras que otorgan financiamiento, no lo hacen sino es un rastro TIF, lo que dificulta mucho hacerse llegar de un apoyo para mejorar, además, dijo, los rastros TIF tienen un mantenimiento costoso “pero en realidad es un mercado que tenemos que llegar a futuro, aunque por desgracia la mayoría de gente en el municipio, al menos un 70 u 80 por ciento, está acostumbrada y quiere comer la carne fresca, lo cual sanitariamente no es recomendable”.
Por último, en cuanto a la inversión que se requiere, señaló que “hace dos años se realizó un proyecto que llegaba a los 43 millones de pesos para un rastro TIF, mientras que, para un rastro certificado que se supone no es tan complicado, se tiene que llevar arriba de 30 millones de pesos”.