La Panga
Por: Mayahuel Hurtado Ortiz
Nuestra entidad ocupa la posición número 3 con mayor tasa de violencia en todo el país, datos que fueron dados a conocer en el Tercer Encuentro Nacional de Enlaces del Banco Nacional de Datos e Información Sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), que hay que decirlo tenía una escasa asistencia y resaltó la mala organización y coordinación por quien estuvo a cargo de coordinar las invitaciones y el evento en lo que sería la entidad, iniciando muy a destiempo, sin previo aviso a los invitados acerca de los cambios de horario de última hora.
Si a eso le sumamos la apatía de quienes decidieron no acudir al evento o de quienes después de dos horas y media de espera decidieron retirarse, tenemos que no se alcanzó el objetivo, que era aglutinar a los diferentes sectores para darles a conocer los resultados, para así reflexionar y sumarse a las acciones.
Lo mejor del evento fue sin duda el mensaje de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien participó a través de un video en la inauguración del mencionado evento, quien afirmó que el gobierno de México está comprometido con la seguridad y el bienestar de las mujeres y que asume el reto de que ninguna mujer sea violentada como resultado de la corrupción y la impunidad.
Definió que el Banavim es una herramienta que permite registrar los tipos y las modalidades de la violencia a través de diversos indicadores que facilitan la concentración de la información sobre seguimiento de todo tipo de agresiones contra las mujeres y de los servicios de atención brindados. Además, identifica los factores de riesgo que favorecen las situaciones de violencia extrema “y que pueden culminar en feminicidios”, así como a generar políticas públicas e información oportuna.
¿Qué Pensaría Sánchez Cordero si a su oficina llegaran quejas muy graves en donde las mujeres fueron violentadas y no fueron debidamente atendidas?
¿Sabrá acaso la Secretaria de Gobernación que tras el lamentable caso del alcalde de Armería Chava Bueno, el mensaje para las mujeres es de desesperanza? Porque en el vox populi se dice si eso le pasó a la esposa del alcalde, imagínate lo que me espera a mí.
¿Pondrá fin a esas formas de recibir una denuncia de violencia, independientemente la dependencia en la que se presente, en donde se oriente debidamente a la mujer que ha sido víctima de ese delito y en donde se garantice su seguridad, se le comprenda en sus temores y se le asista debidamente?
Estas acciones van más allá de mejoras en el alumbrado, rutas de transporte y rehabilitación de espacios públicos. Por ejemplo en Manzanillo y otros municipios que no son la capital del estado ¿Cuáles son las rutas especiales? ¿Cómo confiar en que un chofer ayudará a una mujer ante una amenaza de violencia, si han mostrado intolerancia con algunos usuarios como los escolares? Y hablando de escolares ¿Quién garantizará que las alumnas de los diferentes centros escolares no se expongan a la violencia porque el camión no quiso detenerse para que lo abordara, porque no es conveniente el descuento escolar?
Y hablando de la violencia al interior de los hogares ¿Cuál es la estrategia de este sexenio para erradicar esa contracultura, para reeducar a la población y se inhiban los casos de violencia?
Insisto que el tema de la violencia contra la mujer no es exclusivo de Colima, pero si es de llamar la atención de que no están funcionando las estrategias, si nos basamos a las cifras del Banavim nos grita, nos escupe al rostro que nuestra entidad es la tercera más violenta para las mujeres de entre todas las entidades federativas.
Sabemos que existe una interpretación general entre el homicidio doloso y el feminicidio, pero si nos basamos a los datos de la muerte de la mujer por motivos de género, debemos hacer un análisis muy serio de lo que se está haciendo y ha funcionado y de lo que a pesar de haberse implementado no ha funcionado para garantizar una vida libre de violencia para las mujeres en la entidad.
Retomo que los talleres para el cuidado del aspecto personal, aquellos para pegar azulejos o saber utilizar un taladro, entre otros, no han resuelto una problemática tan seria que expone a miles de mujeres. Erradicar la violencia contra la mujer requiere de acciones concretas, donde la simulación no juegue un papel que maquille cifras, que nos muestran que aún queda mucho por hacer en ese sentido.