COLIMA: NUESTROS INTERESES EN JUEGO

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana.

El más antiguo diario local publicó  recién una entrevista con la gobernadora electa Indira Vizcaíno en la que delineó aspectos generales de su  administración  y  advirtió que hay opacidad del gobierno saliente  en el trámite llamado entrega –  recepción, una práctica   necesaria cuando un régimen acaba su función e inicia uno nuevo, ya que contendrá  un acervo documental valioso, información  sobre  activos y pasivos del gobierno,  su estructura actual, movimiento de bienes, situación de obra pública, contexto programático, de archivos y expedientes,  cheques y efectivo de cada unidad administrativa, inversiones en valores, registro de firmas, de adeudos fiscales, etc., independientemente de los referentes a la entrega, simbólica, de recursos materiales, humanos y financieros que un servidor público saliente, entrega a un entrante.  Si todo marcha bien, los archivos deben estar rebosantes de información, “no vacíos”. 

Ese ejercicio administrativo tiene que hacerse con eficiencia, oportunidad y transparencia, no hay manera de saltarse requisitos so pena de caer en irregularidades que puedan significar actos ilícitos ( ocultamiento de información en forma  deliberada, por ejemplo ). Obliga a que los auditores responsables de recibir la información, hagan gala de sus conocimientos para que no les den gato por liebre, tienen que agudizar su mirada ante probables o equívocas   intenciones que conlleven a referir información errada, sin sustento, anómala. No deben admitir archivos vacíos.

Indira ha repetido que “no somos iguales” para decirle a los colimenses que representa una ética de servicio distinta a la que prevaleció durante décadas de   priísmo,  que está definitivamente  en contra de las opacidades y que investigará posibles actos ilícitos una vez que termine la revisión  de rutina que se práctica estas últimas semanas. Esperemos que así sea. Su posición frente a los resultados de su antecesor, estará examinada por los ciudadanos, pues no hay dinero por ningún lado para pagar, como siempre fue habitual, a burócratas, pensionados, empleados y subsidios a la Universidad de Colima y otros organismos autónomos. Todos los colimenses se preguntan: ¿  pues dónde quedó el dinero?

Algo tendrá que hacerse de inmediato para arreglar la situación económica- financiera. Indira dijo apostar a la reestructuración de la administración y a una política de austeridad, acciones que servirán para atenuar la crisis por un tiempo. Por algo se empieza aunque, como aclaró, tendrá que tomarse decisiones no populares (como revivir el pago por tenencia vehicular ) que no deberán asombrar a nadie porque  en todo gobierno se toman acuerdos diversos con efectos distintos en los sectores sociales, ya que siempre se busca la procuración de beneficios para la mayoría independientemente si  se ve claro o no beneficios para  la minoría. Pero su vigencia estará por verse. Ya entrados en el tema, por lo demás, sería bueno que  se hiciera una consulta popular para saber qué piensa el pueblo bueno y sabio sobre los resultados del gobierno saliente. Morena tiene mucha experiencia en este campo y podría intentarlo. Con suerte y encontremos algo novedoso.

El gobierno entrante ha de dar pasos seguros y dedicar parte de su tiempo, el que sea necesario,  a esclarecer qué pasó con las finanzas y procurar que haya justicia si, como es público y notorio, hubo actos anormales en su manejo como eso de constituir “una bolsa” de donde partían las entregas a los distintos renglones presupuestales o programas, sabiéndose que todo recurso federal tiene sus reglas de operación  para que no se desvíen a otros fines distintos a los establecidos.

Indira no debe permitir, por otra parte, que a sus auditores les den “archivos vacíos”. Se supone que estos son profesionales y conocedores de aspectos financieros como para conformarse con lo que les ofrecen los funcionarios salientes. No señor, todo completito o no se recibe nada.

Deben evitarse turbiedades en esa práctica administrativa  para saber cómo se recibe el gobierno y no se diga luego que “nos chamaquearon”.  Debe protegerse  el bien público y  el patrimonio de todos. Nuestros intereses están en juego.

Esa opacidad que  ve Indira, me confió un experto financiero con muchos años de experiencia en temas de auditoría,   es por desconocimiento de quienes están recibiendo la información; “se requiere conocimiento y colmillo para preguntar por ella con insistencia y exigirla, porque suele suceder que se limpia la información digital y ya no se ve, pero mediante pruebas globales sale a la luz lo esencial, lo verdadero”.

Lo que está en liza es el interés gubernamental y el de los propios ciudadanos, que esperan esa transparencia que ofrece la gobernadora electa como un compromiso irrenunciable. En base a tal claridad que se ofrece como oferta política,  no deben generarse  dudas acerca de un acto que, como el de entrega_ recepción, es el punto de partida de un ejercicio político nuevo que debe ser creíble,  confiable y básico  para recuperar  la confianza ciudadana.