Por: Francisco Pérez Medina.
La semana pasada, se generó una noticia que impactó en el ámbito local: el regidor ausente del cabildo de la capital fue designado candidato a diputado federal por el partido político al que no pertenecía y, lo que más destaca, el mismo ante el que perdió la elección. Diversas fueron las reacciones tanto por el premiado como quien lo premia.
Al recordar la elección de ambos protagonistas, no puede uno sino sorprenderse del veredicto que dieron al designar como candidato al antagonista de quien lo menos que le dijo hace 3 años fue: corrupto, que lo metería a la cárcel, que debía explicar el porqué se había robado la luz en su casa, que era una canallada el desvío de 90 millones de pesos pertenecientes al sindicato o que era ilegal la creación de uno nuevo.
Pues, como diría el propio alcalde “en Colima todos nos conocemos”. Y sí, a ambos se les conoce y no se olvida que llegó como alcalde precisamente por haber hecho los señalamientos por el desempeño del alcalde, así como los errores y excesos cometidos. La estrategia le funcionó y de no haberla hecho así, no habría ganado la elección.
Todo mundo esperó que cumpliera la promesa de llevarlo a juicio por cada uno de los señalamientos; sin embargo, una vez en el puesto, se le olvidó todo o fingió no haberlo dicho nunca. El tiempo pasó y nada de lo señalado fue siquiera investigado. En este mismo espacio, dimos cuenta de la omisión del alcalde en sancionar y hacer valer el propio reglamento del gobierno municipal por las reiteradas inasistencias del regidor. La respuesta es que él no podía hacer nada al respecto.
Hoy, con el paso del tiempo, se entiende por qué no hizo valer la normativa o promovió acción que sancionara las omisiones. Existía un acuerdo oculto por no presentar ninguna denuncia a cambio de dejarle el camino libre en las decisiones que el alcalde tomara sin ser cuestionado y ser éste el candidato a diputado federal por su partido; es más, mejor ni se presentaría a las sesiones.
Tal vez al alcalde se le olvida, tal vez al regidor se le olvidó, pero a la gente de Colima, no. Al ir juntos, como sí nada hubiera pasado, dejan constancia del cinismo y de que, comer vidrio sin hacer gestos, es lo que les gusta a ambos.
Salida
1.- Afortunadamente el presidente de nuestro país ya se encuentra bien y recuperado de haberse contagiado de Covid19; infortunadamente, a su regreso, expresó a una pregunta en las mañaneras ¿si se pondría ahora el cubrebocas?, respondió “no, no, no, no y no”. Usted querido lector, no siga el mal ejemplo ni sea insensible al prójimo. Cuídese y cuide a sus seres queridos, nos encontramos en la fase crítica de la pandemia.
2.- Vaya problema en el que se metió la candidata del partido del presidente al prestarse a un presumible acto anticipado de campaña, sumado a una supuesta donación de medicamentos exclusivos del sector salud con un funcionario que fue su subordinado y un doctor; ninguno de los presentes en la imagen difundida en sus redes sociales ha podido sostener de dónde salió ese lote. Lucrar con la salud de las personas, nunca ha sido buena idea.
3.- Durante este año, ya se han celebrado 3 sesiones en el cabildo de la capital. Sabe ¿cuántas ha faltado el regidor, Insua, ahora candidato de Movimiento Ciudadano a diputado federal? Una pista: el año pasado de 38 sesiones, faltó en 27.