Juan Carlos Flores|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- Después de un partido épico, en donde México despejó dudas y calló bocas, cientos de colimenses acudieron al monumento del Rey Colimán a celebrar la contundente victoria mexicana contra la selección de Croacia por tres goles a uno.
Poco a poco, los fanáticos llegaron al símbolo colimense, donde se ha vuelto una tradición festejar los triunfos de la selección desde aquél empate a uno contra Italia en el mundial de 1994 de Estados Unidos donde Marcelino Bernal cimbró las redes con un zurdazo para emparejar el encuentro y sellar el pase a octavos, misma instancia que acaba de alcanzar México por sexta vez consecutiva en mundiales.
Algunos elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) y agentes de Tránsito del Ayuntamiento de Colima comenzaron tarde el operativo, tal vez incrédulos de la hazaña mexicana pero no los tomó por sorpresa porque el arribo de los aficionados fue lento.
Cerca de las 5:30 de la tarde, ya se podían contabilizar por cientos los colimenses que portaban orgullosos la playera de la selección y banderas tricolores con grandes sombreros entonando el “cielo lindo”.
De repente, una pipa de agua que regaba los camellones por el bulevar Carlos de la Madrid Béjar llegó a la glorieta y los fanáticos pidieron el agua a gritos “Que nos bañen, que nos bañen” y el chofer dio la orden para que tomaran la manguera y apuntar contra los asistentes.
Unos jugaban una cascarita con varios balones ponchados que despejaban al sonido de “Ehhh, ¡puto!” para estar a la moda; otros más bebían, a grandes sorbos, sus cervezas para paliar el infernal calor.
Y mientras se espera a Holanda, que canten mexicanos y no lloren croatas.