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España.- El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, cantó victoria ayer luego de un caótico referéndum separatista que se vio envuelto en actos violentos por parte de las fuerzas españolas del orden, que dejaron más de 840 lesionados.
El titular del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró que la votación a favor o en contra de la independencia de Cataluña, que fue calificado por el Tribunal Constitucional como un acto ilegal, no fue “un referéndum de autodeterminación”, sino una simple “escenificación”.
No obstante, las fuerzas políticas españolas, medios de comunicación y ciudadanos coincidieron en que la jornada de ayer representó una de las más graves rupturas en la nación y una derrota “para los intereses y los derechos de todos los españoles, sean catalanes o de cualquier otro lugar de España, para el destino de nuestra democracia y para la estabilidad y el futuro del sistema de convivencia que hace casi cuarenta años nos dimos a nosotros mismos”, según advirtió el diario El País en su editorial.
El desenlace está aún por escribirse. Rajoy hizo un llamado a los partidos políticos a la reflexión para analizar el futuro del país tras el referéndum, mientras que Puigdemont se comprometió a llevar al Congreso catalán los resultados —un avasallador 90% de votos por el “sí” entre más de 2.2 millones de votantes, frente a 7.8% que optaron por el “no”— para emitir una “declaración formal de independencia” en “los próximos días”.
“Con esta jornada de esperanza y también de sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república”, afirmó Puigdemont en un solemne discurso rodeado por todo su ejecutivo.
El presidente regional de Cataluña pidió también a la comunidad europea que “examine las violaciones a los derechos humanos en las que incurrió el Gobierno español” durante la jornada.
Sindicatos condenan la violencia y convocan a una huelga a realizarse mañana
Sindicatos y organizaciones sociales hicieron un llamado ayer, tras la celebración del referendo, a una huelga a realizarse mañana martes en protesta por la fuerza ejercida por la Policía española para frenar la consulta independentista.
“Condenamos enérgicamente la violencia ejercida por parte de las fuerzas de seguridad del Estado para intentar impedir el referéndum del 1 de octubre”, afirmó el comunicado de una plataforma que reúne a 44 organizaciones, entre ellas los dos grandes sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO).
“Convocamos a toda la sociedad, patronales, empresarios, sindicatos, trabajadores, autónomos, entidades, instituciones y todos y todas los ciudadanas de Cataluña a un paro del país el martes día 3 de octubre”, afirmaron.
Sin embargo, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó ayer que las fuerzas de seguridad cumplieron “con su obligación y con el mandato que tenían de la justicia” para impedir el referendo de independencia catalana, intervención que causó casi un millar de lesionados.
El dirigente conservador calificó la realización de la consulta como un “ataque premeditado y consciente” que debió ser repelido por las fuerzas del Estado “con firmeza y con serenidad” e incluso con permiso de hacer uso de porras y pelotas de goma contra aquellos que se resistieran a mantener los centros de votación abiertos.
“Han cumplido con su obligación y con el mandato que tenían de la justicia”, dijo.
En Madrid, en la Puerta del Sol, los partidiarios de la unidad en España se reunieron en contra del referendo catalán y exigieron el arresto del presidente catalán, Carles Puigdemont, al grito de “¡No, no se engañen, Cataluña es española!” o “¡Yo soy español, español, español!”.
Más de 840 personas “requirieron asistencia sanitaria” a raíz de las cargas policiales contra manifestantes que intentaban impedir el cierre de los centros de voto del referéndum de independencia en Cataluña prohibido por la Justicia española, de acuerdo a informes del Gobierno regional catalán.
“En relación a las cargas de los cuerpos policiales del Estado durante la jornada del referéndum, un total de 844 personas han requerido asistencia sanitaria”, informó en un breve comunicado el departamento de Salud.
Entre ellos había al menos dos heridos graves: uno de ellos un hombre de unos 70 años, que se encontraba en un colegio electoral de Lleida, y que “ha sufrido un infarto cuando la policía iba a desalojar”.
El otro sufrió una lesión en un ojo provocada por una pelota de goma, las cuales son prohibidas en Cataluña.
Por su parte, el Ministerio de Interior español informó que 33 agentes “han requerido atención médica inmediata a raíz de su trabajo hoy en los colegios”: 19 policías nacionales y 14 guardias civiles.
Por violencia, piden dimisión de Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la declaración institucional para valorar la jornada vivida en Cataluña a causa del referéndum ilegal. EFE/J. Guillén
La violencia en la jornada donde también hubo enfrentamientos entre la policía nacional y la local, ha llevado a varios políticos de izquierda a solicitar la dimisión de Mariano Rajoy.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, afirmó que al líder del Partido Popular se le pasó la mano en las acciones emprendidas: “Ha traspasado todas las líneas rojas. Es un cobarde y no está a la altura de su responsabilidad de Estado (…) ha de dimitir”.
El número tres de Podemos, Pablo Echenique, escribió en Facebook que con su política en Cataluña el PP “puede fracturar definitivamente una sociedad y destruir un país”. Y pidió en términos muy duros que la formación conservadora salga del poder: “hay que extirpar el tumor antes de que mate al paciente”.
Rajoy atribuyó la responsabilidad de los hechos violentos a las autoridades catalanas, encabezadas por Carles Puigdemont: “Los responsables de estos hechos, de los que han tenido lugar hoy (…) son única y exclusivamente quienes han promovido la violación de la legalidad y la ruptura de la convivencia, no busquen más culpables, no los hay”, aifmró el mandatario.
Entre las voces, la única que no se ha hecho escuchar es la del rey Felipe VI, quien no ha salido ni a rechazar la violencia ni la consulta calificada como ilegal por el Gobierno español.
Fuente: EL INFORMADOR