“Una desgracia”
Por: André Marín
Jorge Vergara no ha perdido la paciencia con Matías Almeyda, la está perdiendo con los futbolistas. Con esos que, al final, son los responsables máximos de los resultados, con esos que cobran millones y parecería que no están valorando la grave situación por la que atraviesa su equipo.
Da la impresión de que los jugadores, hasta el momento, subestiman las cosas porque existen Dorados y porque falta mucho para terminar el torneo.
Pues, bueno, resulta que ya se fueron seis fechas y el equipo no ha ganado, resulta que el Guadalajara atraviesa por una de las peores crisis de su historia y resulta que el dueño ya decidió que el entrenador se queda. Va siendo hora de que los de la cancha reaccionen de buena manera o sufrirán las consecuencias.
Es una auténtica desgracia ver a Chivas en esos lugares de la tabla. Por apoyo no se pueden quejar, ya que la gente los ha seguido dentro y fuera de Jalisco, el domingo pasado, a las 12 del día y con la visita del Papa a México, había 40 mil fanáticos alentando en las tribunas del Omnilife.
Y a mí nadie me quitará de la cabeza la idea de que las Chivas están como están por jugar solamente con jugadores mexicanos. Todos sus rivales tienen la ventaja de contratar y jugar con futbolistas de cualquier parte del mundo y, hasta hace unos años, tener enfrente un equipo con dos o tres no nacidos en México no hacía tan notable la diferencia.
Hoy tenemos equipos con diez o 15 foráneos, llámense extranjeros o naturalizados, y la diferencia empieza a ser notable.
Matías Almeyda debe tomar decisiones drásticas. Amenazar a las vacas sagradas o correr el riesgo de mandarlos a la banca y jugársela con jóvenes que tengan más hambre, pero menos calidad.
La decisión no es sencilla. Una derrota más pondría a Vergara con los pelos de punta y podría tomar otra vez una decisión arrebatada.
Empezamos el año diciendo que Chivas pelearía el título, pasamos a pensar en liguilla y ahora sólo queremos que se mantenga en Primera División. Millones de aficionados no se merecen estar pasando por esto.
Los refuerzos no han dado lo que se esperaba de ellos, los jóvenes no han dado lo que se esperaba de ellos, el cuerpo técnico no ha dado lo que se esperaba de ellos.
Crisis, desesperación, impotencia. Una desgracia ver al equipo más mexicano y más popular pelear por su salvación.
Hora de tomar medidas drásticas.
Twitter: andremarinpuig