La Panga
Por: Mayahuel Hurtado Ortiz
La noticia que trascendió en medios de comunicación el pasado 20 de julio, generó un gran dejo de tristeza y desesperación entre las mujeres que en diferentes trincheras defendemos los derechos de las mujeres: “Con varias puñaladas, una mujer fue asesinada durante esta tarde en el fraccionamiento Terraplena, mejor conocido como Los Patos en Santiago Norte del municipio de Manzanillo.
El hecho se registró al filo de las 20;00 horas, cuando se reportó a una mujer de entre 30 y 35 años de edad, con heridas diversas en el exterior de una vivienda ubicada en la calle Gazania, por lo que acudieron paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, quienes únicamente pudieron corroborar que la persona ya había fallecido.
El lugar fue acordonado para las pesquisas correspondientes, mientras el cuerpo fue trasladado al SEMEFO”.
Y es que mientras las mujeres hacemos grandes esfuerzos por cuidar a nuestros hijos para evitar que se contagien por Covid-19, mientras salimos a trabajar o desde casa lo hacemos, mientras cuidamos a la pareja y a los más vulnerables en la familia, las mujeres en algunos casos de lo que menos deben cuidarse es de contagiarse, lamentablemente las mentes enfermas que no descansan le arrebataron la vida a una mujer y es que la forma en como se perpetró el crimen, no deja lugar a dudas que no bastó con ultimarla, sino que además, el exponerla en el exterior de una vivienda para dejar constancia pública del artero asesinato.
Y es precisamente cuando nos preguntamos porqué desde el Senado de la República, el congreso federal y el Congreso local las legisladoras no se coordinan para garantizar que las mujeres no estén expuestas a la violencia, esto es cuestión de reconstruir desde el seno de la familia la forma en la que la mujer es vista, educar con valores desde la infancia y reeducar a la población.
Y es en la casa donde debe cimentarse el respeto a las mujeres. Y pare eso, se necesitan recursos, porque puede haber buenas intenciones, pueden existir mentes brillantes que son activistas y defensoras de las mujeres, pero la realidad es que sin presupuesto, es muy complicado centrar los esfuerzos en erradicar los diversos tipos de violencia a la que cientos de mujeres en la entidad y millones de ellas en nuestro país y el resto del mundo, están expuestas diariamente.
¿Celebramos el día mundial del perro? Cuántas veces al transitar por las calles y avenidas encuentra usted amable lector, lectora. Cientos de perros abandonados, que se reproducen de forma rápida al no estar esterilizados. Los vemos en la calle deambular, sedientos, hambrientos y con visibles enfermedades; esos seres vivos, alguna vez formaron parte de un hogar, vemos en sus ojos una gran tristeza, porque aunque algunas personas no lo crean, los perros son muy sensibles a las reacciones de los humanos, toleran y perdonan todo, incluso que los dejen a su suerte en un predio, en un libramiento o en un lugar, porque al crecer, se acabó el encanto. Y ahí los vemos en diferentes puntos de la ciudad atropellados o caminando enormes distancias para encontrar agua, comida y una sombra para guarecerse del sol.
Y hay muchas personas altruistas amantes de los perros, y además de otras mascotas. Con los esfuerzos y la voluntad de la gente, han logrado tener refugios donde alimentan, atienden, bañan, y llevan un control médico de las mascotas que han asegurado para evitar que mueran en la calle. Mi reconocimiento a esas asociaciones y a la gente que cuando ve un perro abandonado, se baja y le brinda un poco de alimento y agua. Y es que pareciera que ya se olvidó; recuerdo que en este espacio el 29 de mayo de 2019, hablé de la protección animal y en diciembre de ese mismo año, acentué la urgencia de hacer conciencia sobre el maltrato animal.
Si un perro está atado en condiciones que ponen en riesgo su salud, si no es debidamente alimentado y llevado a sus controles médico, si es golpeado o castigado, se está cometiendo maltrato animal. Así que si usted conoce un caso de maltrato animal, sea de un vecino o de cualquier persona que esté abusando de alguna mascota, denúncielo a la Procuraduría de Protección al Ambiente, al teléfono: 01722 213 5456 o a la Fiscalía Especializada para combatir Delitos contra el Medio Ambiente 01800 702 8770.
Y para cerrar mi columna, quiero expresar mi gratitud y reconocimiento a las personas que dan una buena vida a sus perros, y no me refiero a lujos o excentricidades, son personas que se preocupan por su bienestar, por darles de comer y un techo, por brindarles cariño, porque lo necesitan y es que tener un perro, es tener más que un amigo. Dios bendiga a esas personas generosas que tratan bien a sus mascotas, porque aparte de definir su calidad humana, son ejemplos para muchos. Felicidades a todos los caninos del mundo.