Haciendo un análisis desde que apareció, la enfermedad en los cultivos de Colima, el funcionario, destacó “Fue hace año y medio y desde entonces se han hecho inversiones muy cuantiosas del gobierno federal del año pasado y antepasado más de 30 millones de pesos en cada años”.
A pesar de ello, reconoció que el problema se ha ido agudizando pero acusó a los mismos productores “es en gran parte provocado por los productores que muestran resistencia a eliminar los árboles que tienen detectados con la enfermedad eso hace que muchas otras acciones no tengan el efecto positivo que cabría esperar”.
Aseguró que el hecho de que sigan manteniendo los árboles enfermos está provocando que la Diaphorina –que es el agente transmisor- vaya diseminando la enfermedad a árboles sanos, por lo que advirtió que bajo esas condiciones el pronóstico es serio, “podríamos decir que Armería es el municipio donde el problema es más serio en el estado, hay un número de huertas con infestación altísima”
Becerra Rodríguez explicó que tomando en cuenta que los árboles que se enferman no tienen cura y cuando mucho duran vivos seis años, la producción irá en picada “porque de cuando se presenta la enfermedad cada año la producción disminuye drásticamente”.
Concluyó entonces “Los productores que se resisten se están haciendo el Harakiri -es el suicidio ritual japonés por desentrañamiento- porque esas huertas en poco tiempo van a estar sin productividad alguna.