EXCELSIOR
México.- El mundo y México ya aprendió a cómo atender y prevenir el virus de la influenza, y aunque en “hay preocupación” sobre el tema, la relevancia que cobró en 2009 es muy distinta en este año.
Así lo manifestó este lunes el presidente de México, Enrique Peña Nieto, después de que este domingo la Secretaría de Salud asegurara que no hay necesidad de emitir una alerta epidemiológica por el virus H1N1.
Lo que distingue hoy de ayer cuando en 2009 fue una alerta mundial la presencia de la influenza H1N1 es muy distinta al día de hoy. Hoy sabemos que es curable, es un virus para el que existen vacunas y especialmente que deben ser aplicables a quienes son población de mayor riesgo”, aseguró.
Sus declaraciones tuvieron espacio en la inauguración del Hospital General de Axapusco, Estado de México, donde reiteró que el gobierno federal ya cuenta con el protocolo de atención médica contra el virus de la influenza, mismo que seguirá aplicando en todo el país.
Por otra parte, explicó a los mexicanos que las reformas estructurales son “los cimientos para la construcción” del desarrollo del país, y que gradualmente, los resultados se irán notando.
Por su parte, acompañando al jefe del Ejecutivo en México, la secretaria de Salud, Mercedes Juan López, aseguró que ante la oleada de influenza el gobierno federal está preparado con base en la experiencia del 2009, e hizo un llamado a la vacunación a los grupos en riesgo.
Debemos insistir en la necesidad de prevención, en las acciones de prevención precisamente para que no nos enfermemos. Esta situación es similar en los demás países del continente. Hoy sabemos que están afectadas personas sobre todo en el periodo de los 35 a los 55 años de edad pero sobre todo personas que tienen alguna enfermedad crónica”, indicó.
En tanto el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, quien develó la placa del nuevo hospital de Axapusco, señaló que en las instalaciones se invirtieron 312 millones de pesos y beneficiará a más de 250 mil personas de este y otros municipios de la entidad.
Antes de iniciar la ceremonia de inauguración, el Presidente demostró un distinguido aprecio por los mexiquenses tras detenerse en su camino al estrado alrededor de 15 minutos para saludar de mano a muchos de los ciudadanos, quienes no dejaban de ovacionarlo.
“Enrique, Enrique, Enrique”, gritaron y aplaudieron los pobladores mientras el Presidente de México agradeció y expresó que estaba “de vuelta” en su tierra.