ADULANDO AL FUTBOL

0

Por: Jorge Martínez

RESPONSABILIDADES COMPARTIDAS…

No cabe duda que el fútbol no deja de ser nunca una pachanga de barrio, una fiesta que comienza estrechando manos desde cualquier lugar popular del mundo y puede terminar en guerra en cualquier tribuna de México.

No es nada extraño en los últimos años que la crueldad, el furor y la ferocidad en un partido de futbol comiencen y concluyan en las tribunas, cuando la lógica y los antecedentes históricos señalan que la mayoría de veces, ese comportamiento e instinto animal, irresponsable, criminal, infanticida y homicida es provocado gracias a la imitación del aficionado en relación a las actitudes, comportamientos, conductas y actuaciones  de sus respectivos ídolos dentro del rectangular herbaje.

Y sin entrar en detalles, será mejor olvidar prontamente los tristes episodios en los estadios Jalisco (hoy clausurado) y “Pirata” Fuente, respectivamente, donde las tribunas se convirtieron en tierra de nadie y se llenaron de hinchas poseídos mostrando sus debilidades una vez más, en uno de tantos “golpes de estado”.

Y entrando al tema que nos compete, considero que la victoria para Pachuca, Santos, Chivas y Querétaro no tiene excusas, mucho menos pretextos las derrotas de América, Tigres, Atlas y Veracruz, con todo y que las tripletas arbitrales volvieran a mostrarse despiadadas, crueles y severas.

Pero bueno, sabemos que donde hay una pelota está de por medio la honorabilidad, por la cual muchos aficionados y jugadores se transforman echando a perder los proyectos; así mismo está la vergüenza, como la de Marco Fabián que tuvo la actuación más memorable de su historia y tiene a Guadalajara como amplió favorito para conseguir el título; también la deshonra, como la de Edgar Melitón y Paolo Goltz, donde el primero le arrancó las aletas al tiburón y el segundo las garras al águila; del mismo modo deambula la demencia, esa misma que invadió a los 4 “lobos de mar”: Ferreti, Matosas, Boy y Reinoso, pues fueron víctimas de sus incomprensibles estrategias.

“Tuca” Ferreti tal vez con la justificante de no poder emplear a su cuadro titular ante Caixinha, por el compromiso de hoy ante el Emelec (Ecuador) en los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, dejó tirado el Clausura y el súperliderato. Cuando “Tuca” tenía controlado el partido, decide darle descanso al uruguayo Egidio Arévalo Ríos y entrega el proyecto a Santos y es justo cuando me pregunto: ¿no había tiempo suficiente para descansar y dormir en el avión?, acaso el Ing. Alejandro J. Rodríguez Miechielsen, no le ha dicho al brasileño que el fútbol es como la patria, que sin importar chica o grande van siempre a la par y se lucha en cualquier competencia por la victoria con el afán de hundir raíces más profundas y con el tiempo extenderlas a geografías más amplias y con otros intereses.

¡Matosas se mató!… entiendo la “poca madre” del argentino con su patada artera producto de la expulsión, pero retirar del terreno de juego a Samudio, quien ¡por fin! hacia un juego perfecto, así mismo desprenderse de su goleador Benedetto para ingresar a “un par de hombres expulsados” como Quintero y Zuñiga que no aportan fútbol, ni patria ni pueblo… ¡pues esta canijo!

Qué decir del “Maestro”  Reinoso, que le otorgó a Vucetich una licencia de manejo para que se paseara en el césped del “Pirata” Fuente durante 45 minutos y con Ronaldinho de copiloto en el carrito de auxilios médicos; que decir del arquero Melitón que en su nombre llevo la penitencia.

Por último a Tomás le salió lo “Boy”, pues modificó su cuadro titular de arranque contra un club más local que visitante, y lo peor llegó después, pues eso de meter al “Gringo” Castillo de lateral y a Juan Pablo Rodríguez de Central, ¡Santo Niño de Atocha!

Entonces le pregunto distinguido lector: ¿quién provocó a quién?, ¿quiénes son los verdaderos culpables y por qué?, ¿podríamos dejarlo en responsabilidades compartidas?…

¡Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima!