PARACAÍDAS
Por: Rogelio Guedea
El Fondo de Cultura Económica (FCE) cumplió el pasado 3 de septiembre 90 años de su fundación. Es, como se sabe, una editorial de importancia continental e internacional, con un acervo envidiable en todas las áreas del saber. El FCE tiene filiales prácticamente en todo el territorio nacional y también en otras partes de Latinoamérica, incluidos también Estados Unidos y España. Sólo el que no ve o no quiere ver podría pasar indiferente a su presencia. De otra forma, es imposible. En un momento de su existencia, por lo menos desde que tengo yo uso de razón, el acceso al FCE como lector y como autor era complicado, los libros estaban caros (para mí como lector) y las posibilidades de publicar eran muy difíciles (como autor), había una élite (muy centralizada) que lo cooptaba todo, así que el sueño de ver un libro mío publicado ahí o de cualquier otro autor de provincia era prácticamente un sueño imposible. Sin embargo, desde que llegó Paco Ignacio Taibo II a la dirección del FCE esto tomó un rumbo completamente distinto. Taibo II, que sabe del poder de la lectura y de cómo los libros transforman sociedades, se puso como principal objetivo sacar los libros a la calle e iniciar una potente andadura de promoción del libro y fomento a la lectura. No sólo creo nuevas colecciones que hicieran honor al nombre de este casa editorial (cultura económica) sino que además y con este mismo propósito creo tres colecciones que ahora se han consolidado como las colecciones eje del FCE: la Colección Popular, Vientos del Pueblo y Popular Novela Gráfica, asimismo incluyó géneros que antes brillaban por su ausencia o estaban apenas sugeridos: el género fantástico, la ciencia ficción y la literatura negra y criminal. Todo lo anterior teniendo como base los costos de venta de los libros, baratos y de buena calidad, para que ningún lector se quede sin leer. El FCE tiene una filial en Colima (en el edificio de Casa de la Cultura, contra esquina del Congreso del Estado), y también tiene presencia en nuestra Universidad de Colima, en la librería ubicada en Servicios Universitarios, donde tiene una extraordinaria selección de obras a bajos precios para toda la comunidad universitaria. Por lo que a mí respecta, el sueño de publicar en el FCE se hizo posible, y tengo dos novelas en la Colección Popular (Conducir un tráiler y Bisturí) y un cuento en Vientos del Pueblo, “La trampa”. Por ahí viene otra sorpresa, pero de eso hablaré más adelante, porque lo que ahorita importa es aplaudir la labor que cumple el FCE y el equipo de Paco Ignacio Taibo II para el fomento del libro en nuestro país y la lectura, imprescindible para nuestro desarrollo y bienestar social.
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