17 de mayo de 1990

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Por: Jonás Larios Deniz*

La homosexualidad fue considerada una enfermedad psiquiátrica durante casi todo el siglo XX; el 17 de mayo de 1990 la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la elimina de su lista de enfermedades psiquiátricas. Este hecho significó el antes y después para los homosexuales en todo el mundo y para la construcción de nuevas categorías que redefinirían a la comunidad gay en ciudades cosmopolita como Madrid, Paris, Londres, Ámsterdam, Nueva York, Los Ángeles y por supuesto, la icónica ciudad norteamericana San Francisco, California. Las recientes categorías derivaron de nuevas identidades de género, más allá del sexo, e incluso de la identidad sexual. De esta manera, tuvieron nombre propio algunos subconjuntos de la población gay, a saber: lesbianas, travestis, transexuales, transgénero, intersexuales y querer. El hecho obligó a agrupar y nombrar desde el acrónimo que formaban el listado de nuevas palabras; de modo que “LGBT” ha sido el distintivo conceptual que obliga a científicos, académicos, artistas, comunicadores, políticos, etc. a nombrarlos como un grupo de personas definidos por su orientación homosexual, pero más aún por su identidad de género. La lucha ha sido contra la religión, principalmente, o mejor dicho contra los prejuicios que derivan del concepto vertebrador de la iglesia católica: el pecado. De manera que, cualquier práctica sexual que no tenga como fin la procreación es considerada pecaminosa y la persona que lo lleva a cabo es un pecador. Además, enfatiza la inmoralidad que significa la penetración anal, fundamentalmente entre hombres; de aquí entonces la representación exacerbada que tienen los grupos conservadores de los homosexuales:   pervertidos, malvados, sodomitas, etc. Cabe señalar que, los homosexuales también hicieron una construcción social de sus rasgos, llevándolos a tonalidades altamente positivas; dejaron de autonombrarse homosexuales y se impusieron el calificativo “gay”, palabra en inglés que significa fiesta o alegría. Después de 1990, el constructo “gay” se fue agotando al verse exigido a incluir a los subgrupos ya mencionados. Mayo es ahora el mes contra la homofobia, lesbofobia y transfobia,; mayo es también el mes de un programa cultural, académico y artístico intenso en muchas ciudades del mundo. El mes de mayo ha dado paso a una nueva fecha para la marcha de homosexuales, lesbianas, bisexuales, población trans, familiares y amigos; el dato a resaltar es que ya no es más la marcha del orgullo gay, (gay pride en inglés), sino una manifestación colectivos diversos, solicitantes de políticas afirmativas y una cultura del respeto. Finalmente, la clase política está siendo exigida, la necesidad de aterrizar el respeto como valor que dignifica al ser humano, puso en la agenda de los últimos años al matrimonio igualitario, que sin ser (en mi opinión) el más importante de los temas LGBT, ha representado el termómetro que el imaginario social utiliza para medir el reconocimiento a la población LGBT. El pronunciamiento político que más celebro, en relación  con los derechos de las personas LGBT, son las “4 medidas para un México sin homofobia” realizado por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, tales son: 1. Iniciativa de reforma al artículo 4º Constitucional, para incorporar con claridad, el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de reconocer como un derecho humano que las personas puedan contraer matrimonio, sin discriminación alguna; 2. Iniciativa de reforma al Código Civil Federal para que el matrimonio igualitario pueda realizarse sin discriminación alguna entre personas mayores de 18 años, además, para modernizar el lenguaje y evitar con ello expresiones discriminatorias; 3. Identificación, a partir de propuestas ciudadanas, de cualquier otra norma federal, estatal o municipal, que pudiera implicar alguna forma de discriminación, a efecto de modificarlas, y 4. México formará parte del grupo núcleo sobre las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero o intersexuales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Hay mucho discurso por construir; por lo pronto estamos ya delineando un modelo de Tutoría LGBT para los centros escolares, es decir, una descripción de procesos de acompañamiento a estudiantes homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero o intersexuales. La lucha sigue, la legislación se moderniza y los sistemas de pensamiento se renuevan.

 

* Profesor-investigador de la Universidad de Colima.