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Colima, Col.- Los movimientos fetales a partir de la semana 20 del embarazo se traducen en el bienestar del producto; sin embargo, una disminución en estos movimientos es un claro signo de alarma, que necesitará la atención especializada.
El ginecólogo obstetra Eduardo González Valencia explicó que se habla de una disminución en los movimientos fetales cuando el producto se mueve menos de una vez por hora.
“Si hablamos de que la paciente se despierta, por decir, a las 8 de la mañana y se duerme a las 10 de la noche, estamos hablando de una actividad de 14 horas durante el transcurso del día, lo que quiere decir que el bebé deberá moverse por lo menos una vez cada hora, sin importar la intensidad del movimiento, ya que suave o fuerte, es movimiento”.
Si el bebé se deja de mover menos de una vez por hora, o bien, deja de moverse durante más de 4 a 6 horas, sin una causa directa que esté relacionada con esta ausencia de movimiento, es una alarma.
Dentro de las causas directas que afectan el movimiento del bebé, está un ayuno prolongado de la madre, un estado emotivo de la misma que pudiera ser tristeza, coraje, depresión, “es ahí donde el bebé nos está dando datos de atención”.
En cualquier caso, expresó González Valencia, se debe acudir a recibir atención especializada, y ahí el especialista deberá realizar un ultrasonido y una cuantificación de sus movimientos y de su actividad a través de un estudio denominado “perfil neofísico” para ver cuáles son las condiciones reales del producto en ese momento.
Señaló que a medida que va creciendo el producto y tiene menos espacio en el útero los movimientos se hacen más pequeños y definidos y en las últimas semanas del embarazo, se registrarán fuertes movimientos; sin embargo, señaló que se debe continuar con el monitoreo del movimiento para que en cuanto se detecte una disminución se pueda acudir al especialista y detectar algún problema.
EDUARDO GONZÁLEZ VALENCIA
CONSULTORIO CONSTITUCIÓN 2041 – 8
MÉDICA NORTE
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