Vuelve “El Gato de Cheshire” y sigue el Monopoly Nacional

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Entre libros y café

Por: José Luis Cobián León

¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser el fruto de la educación. Alejandro Dumas

Vuelve a México, Colima y a nuestro bello Manzanillo, el Gato de Cheshire del país de las maravillas, o Gato Rison, aquel que aparece y desaparece a su antojo, una verdadera analogía de nuestra política en México.

Este gato, al igual que la mayoría los candidatos políticos en esta próxima campaña con su sonrisa pretenden llevarnos como a Alicia por un país de las maravillas con sus propuestas para votar a su favor, cosa bastante difícil, por la percepción general hacia ellos, que son más como la reina de corazones de Lewis Caroll, aquella rápida a sentenciar “que le corten la cabeza” una vez que ejercen el poder.

Pero definiendo las elecciones como una competencia entre partido que gobierna y la oposición, basándome en Manuel Camacho Solís y usando el escalpelo de la razón, se pueden dar de tres maneras:

1) Si el partido del gobierno es fuerte y la oposición es fuerte, por consiguiente, la competencia será reñida y dependerá de factores circunstanciales como campañas y candidatos.

2) Si el partido del gobierno es fuerte y la oposición es débil, la participación será escasa, y sin mayor esfuerzo el partido que gobierna podrá incluso arrasar.

3) Pero si el partido del gobierno es débil y las oposiciones son débiles, el partido oficial obtendrá una victoria con más daño para   él mismo que del vencido, que se resume en tres palabras: Una Victoria Pírrica.*

El dado está en el aire, con tensiones en los partidos y en el ambiente, sin embargo, aunque la ley electoral diga otra cosa, los aspirantes a candidatos están activos en el empeño de convencer y ganar seguidores para su causa, es decir, en pleno proselitismo privado y público; con una la lista que ha tenido variaciones, en su mayoría, por alianzas personales, peleas, adhesiones y caídas de algunos de los políticos.

Por lo anterior en Colima y Manzanillo, estamos expectantes, con las posiciones de los marcas políticas y el tipo de campaña que está predominando, entre ellos, los independientes (con poca difusión), del mismo modo, hay otro elemento en la ecuación, el de los que ahora están en el poder, “algunos”, con una “desinteresada” intención de reelegirse, a los que se les ve muy activos generando obra y cacareándola.

Son perspectivas aún confusas, de lo que si podemos darnos cuenta , es que la mayoría de nuestros políticos junto con nuestro emérito presidente del país, juegan al Monopoly con toda la República Mexicana, mientras la mayoría de los mexicanos, entre ellos los manzanillenses, empresarios honestos, o empleados, trabajan todo el día para salir adelante, algunos 8 horas, en oficina o en escritorios empolvados, muchos más de estibadores, tramitadores, jornaleros, pescadores, quizás en fastidiosos empleos, o en el peor de los casos desempleados; eso sí, son parte de una explosión de modernidad, una urbe llena de promesas, que para serles franco están lejos de una diafanidad política.

No obstante, sin comulgar con ninguna marca política, Andrés Manuel López Obrador, es, por boca de muchos, el candidato a vencer, debido a su discurso que se monta en el enojo ciudadano. Esperemos ver sorpresas para que resurja un contendiente que nivele esta percepción.

Pero, “¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?”, necesitamos buscar a nuestros mejores aliados, los libros, inculcar la lectura en los jóvenes, para como dijera José Martí, “ser cultos para ser libres”. Mientras tanto como dijera Clavillazo “Ojo de chícharo” y no nos dejemos llevar por la apariencias, ni los mismos arrogantes. Para que no quede nada en el tintero, [email protected]

*Palabra que tiene su origen en el Rey Pirro de Epiro, quien logro una victoria sobre los romanos con el costo de miles de sus hombres. Al contemplar Pirro el resultado de la batalla, dijo “otra victoria como ésta y volveré solo a casa”.