Por: Mario Acevedo Manzano
El intelectual orgánico Enrique Krause- el calificativo es de AMLO- hace un llamado al electorado nacional para votar en las próximas elecciones con un voto diferenciado por el Presidente de la República por un Partido e integrantes del Congreso de la Unión por otro Partido, la justificación de Krause es la experiencia histórica del siglo pasado cuando el PRI como partido único arrasaba con carro completo en el Congreso y la Presidencia, ello produjo un gobierno de corte presidencialista en donde el Presidente de la Republica concentra el poder de la administración del gobierno federal y las Leyes federales a la medida del Presidente para hacer un gobierno absolutista. Dictadura perfecta como en un tiempo le llamo Mario Vargas Llosa el escritor peruano premio nobel de literatura y satanizado en un tiempo por los gobiernos priistas de las últimas dos décadas del siglo pasado.
La trilogía de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial sustento de cualquier gobierno republicano es válido para mantener el equilibrio de fuerzas entre un Poder y otro, el Ejecutivo para administrar al gobierno, el Legislativo para hacer las leyes necesarias para la buena conducción del gobierno y el Poder Judicial para impartir justicia en fundamento a al Estado de Derecho, los gobiernos de tres poderes vienen de la Europa medieval a principios del siglo XVII en el año 1602 cuando se inicia primer parlamento del mundo para disputarle el Poder al Rey de Inglaterra, 40 años después este primer parlamento arma su propio ejército, se da la guerra civil, llevan al cadalso al Rey su descendencia recupera el trono dando muerte a instigador de la revolución, pero el Parlamento sigue hasta la fecha en donde las Monarquías permanecen al margen del gobierno, por ello, tiene razón Krause en cuanto mantener la división de Poderes del sistema republicano de gobierno es indispensable un Congreso federal en donde sean mayoría los diputados y senadores de un Partido diferente al ganador de la Presidencia de la Republica para evitar la tentación de regresar al Presidencialismo a ultranza que mucho caracterizo a los gobiernos priistas del siglo pasado en donde impero la centralización vertical del Poder y nos tiene sumidos en un mundo de corrupción cuando diversos funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno utilizan la administración del gobierno como forma de lograr beneficios personales hasta llegar al hartazgo social de la actualidad.
El propio López Obrador llama al carro completo y solicita el apoyo de la ciudadanía para elegir a los candidatos al Congreso de la Unión de su Partido y, sostenidos en la teoría clásica de la división de poderes, los mexicanos deben de repensar su voto para no entregar el Poder total a un solo Partido por el riesgo del ejercicio del poder total de parte de una sola persona y sea el Congreso de la Unión un contrapeso al poder del Presidente de la Republica, pues, no es justo para los mexicanos, sustituir a una clase política dominante por otra igual, cuando se busca hacer un cambio de gobierno en defensa del interés público y terminar con la corrupción. El programa de gobierno del Lopezobradorismo ofrece al electorado terminar con la corrupción y a partir de esto, hacer un gobierno dedicado al interés nacional, esperamos que así sea, pero no se le puede entregar un cheque en blanco para evitar las tentaciones del poder omnímodo tan perjudicial al desarrollo político, económico y social como fue en la segunda mitad del siglo pasado, jamás los mexicanos debemos permitir a los gobiernos arriesgar nuestro futuro, por ello, bienvenido el cambio sí es para bien de todos los mexicanos.
Notas cortas
La propuesta de Fernando Moreno Peña para que el Gobierno del Estado adquiera los derechos para administrar la autopista Armería-Manzanillo y lograr el beneficio de no pagar peaje a los vehículos emplacados en Colima, es una buena solución para evitar los enfrentamientos entre diversas organizaciones de la Sociedad civil y los Concesionarios, con la salvedad de revisar los Contratos de Concesión otorgados por la SCT para conocer la realidad financiera de la relación ingreso-gasto, acarrea sospechosismo que a la fecha no sea recuperada la inversión después de muchos años de operación y miles y miles de millones de pesos pagados por los usuarios.