La Panga
Por: Mayahuel Hurtado Ortiz
Aunque usted no lo crea, amable lector, ayer dos paradojas circularon en los principales titulares informativos del país; los nuevos tiempos políticos que estamos viviendo son totalmente diferentes a lo habitual, ¿se había puesto a pensar que un preso, sólo por el factor edad, pueda recibir una pensión a pesar de estar purgando una condena?
Obviamente es algo nunca antes visto, pero en la aplicación severa de la ley, refiriéndome específicamente a la modificación al Artículo 19 que establece prisión oficiosa por robo de combustible, las consideradas víctimas de Tlahuelilpan deberían estar en prisión o con un policía al pie de su cama.
Esta información que ha trascendido en las últimas horas, entre otra que ha causado revuelo, confusión y miles de comentarios en las redes sociales, incluidos los tradicionales memes, que ya son una parte de la nueva forma de hacer humor en el mexicano.
Pero vamos analizando el primer tema, referente a otorgar pensión a los adultos mayores que se encuentren recluidos en algún centro de readaptación social, pues el gobierno de Andrés Manuel López Obrador evalúa dicha posibilidad, pues consideran que aunque estén privadas de su libertad tienen el derecho de recibir el beneficio, sólo debe encontrar una manera de que puedan acceder al dinero.
¿Se imagina usted a un ladrón, secuestrador, asesino, violador, feminicida, huachicolero, traficante, con el beneficio de recibir una tarjeta a la cual le van a asignar una cantidad mensual por el hecho de ser adulto mayor y que para colmo dicho beneficio se hará con recursos públicos?, ¿considera usted justo que si a personas que viven dignamente, que son humildes pero muy honestas y que han sufrido años de trabajar y no obtener lo necesario para vivir de forma decorosa, se le considere que para recibir los beneficios de pensión para adultos, se le asigne el mismo valor que a un delincuente que purga una condena en un penal?
Definitivamente debe ser un tema que se analice de forma minuciosa; y cabe señalar que no estoy en contra de las personas que se encuentran recluidas, pero con el debido respeto, ellos se encuentran presos porque cometieron algún delito; quizá existan casos en los que una mala integración de un expediente tenga a un inocente preso.
Creo que se está malinterpretando el apoyo a los adultos mayores; sí, es una verdad que el principio de igualdad nos exige dar a todos en la misma medida, pero en este caso tan específico, se trata de brindar un apoyo a un adulto mayor que llevó una vida honesta y de sacrificios; en contraste con un delincuente que por sus delitos llegó a alcanzar la edad de 65 años o más en el pago de su condena dentro de un penal.
Existen otros rubros si de lo que se trata es repartir dinero, podríamos citar a los niños con capacidades diferentes, a las víctimas de violencia, de maltrato y explotación infantil; becas para niños que enfrentan al cáncer en los hospitales públicos; becas a jóvenes que han demostrado dejar las drogas y reciben un recurso para seguir estudiando; becas para estudiantes con aptitudes sobresalientes y/o talentos deportivos que por condiciones de pobreza no pueden seguirse preparando; becas para madres trabajadoras que desean seguir estudiando para dar una mejor calidad de vida para sus hijos, en fin, existen decenas, es más, cientos de posibilidades en los que se puede destinar ese recurso, para que tenga un buen destino y lo mejor, sea de provecho para nuestro país.
Creo que nos vendría bien una consulta para definir si los mexicanos estamos de acuerdo en que se brinde una pensión a los presos, sólo por el hecho de ser adultos mayores. Un tema que, insisto, no debe ser tomado a la ligera.
En el segundo tema, referente a quienes son consideradas víctimas por la explosión registrada en un ducto en el municipio de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, de aprobarse las reformas al Artículo 19 Constitucional, que busca la prisión oficiosa para el robo de combustible, entre otros delitos, éstas deberían de estar en prisión o con un policía al pie de su cama, afirmó la diputada Dulce María Saudí Riancho, quien además aseveró que “si hubiese estado vigente esta reforma constitucional con la desgracia de Hidalgo, todos los que estaban allá, que se llevaron una cubetita, un bidón o lo que sea, incluso los que no se llevaron nada, y los lesionados, estarían detenidos ahora, sujetos a proceso y con prisión oficiosa; eso quiere decir que, al pie de la cama del hospital, tendría que estar el agente policíaco que garantice que no iban a huir”.
Debemos hacer una reflexión muy seria, queridos lectores: A los nuevos legisladores, que no contaban con experiencia previa al cargo que actualmente desempeñan, se les olvidó que deben tener mente fría al reformar leyes; que si bien es bueno apasionarnos en la aplicación de la ley, también debemos de ser objetivos en los planteamientos para el cumplimiento de la misma y más cuidadosos en el castigo a los infractores, a quienes roban uno de los tesoros de México, los combustibles.
El Artículo 19 dará mucho de qué hablar en próximas fechas, y lamentablemente evidenciará a quien no está haciendo desde su asiento lo que le corresponde.