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México.- Seamos sinceras, la mayoría enfocamos los cuidados de la piel a nuestra cara y cuello, sin embargo con el paso de los años, las otras partes de nuestro cuerpo nos exigen atención especial y cambios en nuestros hábitos para que nuestra piel se vea radiante.
La alimentación, falta de sueño, los rayos UV, entre otros, son factores que causan que nuestra piel se opaque, manche, pierda elasticidad, etc., pero ¿qué tenemos que hacer para lograr un brillo de pies a cabeza?
- Empecemos cambiando nuestra alimentación.Mientras más natural sean los alimentos, mejor los aceptará tu cuerpo y podrás aprovechar todos los micronutrientes que ayudan a que el órgano más grande, pelee contra los radicales libres. Una regla fácil de recordar es alejarte de las tres E’s: Empanizados, Endulzados, Empaquetados (con conservadores). No olvides tomar por lo menos 8 vasos de agua al día para ayudar a que tu cuerpo elimine las toxinas y esté mejor hidratado.
- Usa un jabón neutro y que no esté perfumado.Tu piel tiene un PH definido, muchas veces nos dejamos llevar por ricos aromas que prometen dejar nuestra piel suave y oliendo riquísimo, sin embargo, con cada enjabonada eliminas los aceites que tu piel necesita para verse tersa y brillar.
- Utiliza bloqueador diariamente. Éste debe ser por lo menos de 30 FPS. Ahora existen incluso opciones en el mercado de bloqueadores y pantallas orgánicas que te protegen sin utilizar químicos que, a la larga también causan estragos en tu piel.
- Al momento del rasurado, utiliza productos especialmente diseñados para ticomo los rasuradores de BIC Soleil Sensitive que, con su mango ergonómico y cabeza confort protegen de la irritación en tu piel. Por supuesto, es necesario seguir una rutina: humedecer tu piel, aplicar jabón o humectante para un mejor desliz y rasurar en dirección contraria al crecimiento del vello. Posterior al rasurado, evita las cremas que contengan alcohol y utiliza mejor un aceite natural como de coco o almendras.
- Duerme entre 7 y 8 horas diarias para que tu cuerpo pueda descansar y regenerarse. La privación del sueño acelera el proceso de envejecimiento y disminuye la belleza de nuestra piel porque aumenta las células inflamatorias; por el contrario, cuando tienes buenos hábitos de sueño, la hidratación del cuerpo se equilibra. Prueba una semana y verás cómo tus ojos amanecen menos hinchados y las líneas de expresión y resequedad disminuyen gradualmente.
Fuente: EME DE MUJER