Trabajo editorial, un oficio invisible: Editores

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*Los editores Héctor Alvarado y Víctor Uribe Clarín expusieron en la Facultad de Letras y Comunicación el proceso para que un libro vea la luz.

Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- Alumnado de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima escuchó con atención las anécdotas de oficio que dos experimentados editores de libros compartieron en el marco del Seminario de Edición “Mi experiencia como editor”, dentro de las actividades del Encuentro de Escritores Cuento en Comala 2016.

La charla reunió a uno de los cuentistas norteños más importantes en la actualidad, Héctor Alvarado, quien actualmente es jefe editorial de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y a Víctor Uribe, diseñador y editor de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Colima, quien ha editado unos 400 títulos.

Ambos expresaron su amor por el oficio y expusieron cómo realizan adecuaciones en el texto para mejorarlo. Aclararon a los jóvenes que “el trabajo de edición es invisible”. Al respecto, Víctor Uribe añadió que “el trabajo de un editor no se tiene que ver y debemos procurar que haya un final feliz, una edición perfecta”.

En su intervención, Héctor Alvarado les recomendó preguntarse si se dedicarán a ser editores independientes o un “editor a secas”, o si serán editores y también escritores, “algo poco frecuente”, dijo. Les planteó que todo buen editor tiene que ser un gran lector, porque la lectura les facilitará su trabajo.

Alvarado dijo que como editor institucional se gana mucha experiencia, pero que finalmente se tienen que cumplir parámetros de la institución, mientras que en las editoriales comerciales tienen un proceso significativo diferente, pues su labor es el asunto de la comercialización.

Compartió su experiencia exitosa con Ediciones Intempestivas, que reunió cuento, novela, poesía y ensayos muy personales de importantes voces de Nuevo León, y comentó que todos los escritores y personalidades tienen un texto que no es publicable en ninguna editorial: “Ellos nos entregaron sus libros y publicamos consecutivamente los primeros 15 títulos con las ganancias de la venta del anterior número; después, con fondos de programas federales”, relató.

Alvarado continuó con su experiencia editorial al mencionar que, posteriormente, hicieron compilaciones exitosas e interesantes como “Antología mínima del orgasmo”, donde reunieron a 52 autoras.

A su vez, Víctor Uribe, quien estudió Diseño Gráfico en la Universidad Autónoma de Guadalajara, impartió clases de Comunicación visual y Laboratorio de impresos en la Facultad de Letras y Comunicación, y se ha desempeñado como ilustrador y editor para varias empresas.

Él jugó con el interés de los alumnos sobre si les conviene dedicarse a la edición, ya que es un oficio mal pagado; “los aplausos son para el escritor…”. Sin embargo, resaltó que eso “no es importante porque es maravilloso trabajar en favor de los libros y la edición”.

Sobre el tema de las diferencias entre tipos de editores, dijo que los institucionales usan recursos públicos, “por lo que debemos abrir las posibilidades de publicar a todos”. Explicó que también deben ofrecer cursos de capacitación para escribir, lo cual genera más títulos para publicar.

Por último, dijo que en la Secretaría de Cultura de Colima se editan 30 títulos anuales, casi dos libros por mes y que, además, hay una lista de espera de más de 60 títulos. Desafortunadamente, finalizó, “no todo lo que la gente espera publicar es publicable, o el documento no está preparado con la capacidad literaria para ser considerado”.