TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

1810 es sin duda una fecha de cambio y dura transición para el pueblo de México, el movimiento armado llamado lucha de independencia refleja el hartazgo de una sociedad que quizás, no tiene otra salida. Conlleva la pérdida de un estatus para los poderosos y la vida para los que no, mas allá de ello está la ansiada libertad que los libra de un gobierno extranjero, caciquil y opresor, que abusa de manera coludida con mexicanos convenencieros, ansiosos de poder y temerosos de quien lo ejerce, prefieren venderse, traicionando a su tierra y a su gente.

Prisión y muerte para quienes se oponían al gobierno usurpador. De manera general los mexicanos de entonces se mantuvieron unidos hasta que en 1929, España reconoce la independencia de México.  Años antes, en 1921 la llegada del ejercito trigarante da un respiro a la vida de los mexicanos, pues termina oficialmente la guerra de independencia y vaticina el cambio para nuestro país.  La historia parece no variar mucho, entre hombres y mujeres de todas las épocas se ha dado la ambición, traiciones, actitudes desleales y una permanente lucha de poder por el poder, culminando con la muerte.

Lo único que ha variado ahora es la vestimenta y las armas que se utilizan, de ahí en más, todo sigue igual.

México es bello y aunque los pasajes que nos han contado, están llenos de imprecisiones y sin duda, hechos a la medida, han servido de algo.

Hoy los ciudadanos vivimos con ciertas diferencias, pesan, duelen más de cincuenta millones de pobres que ha dejado la “robolución” mexicana. Existen organizaciones civiles que se han convertido en verdadero cacicazgos al amparo de algunos gobiernos, los dejaron crecer por ser un “mal necesario” que les permitía componendas y ajustes con un significativo beneficio económico. Organizaciones que como siempre, representan a unos pocos abusivos, que son los que se benefician y que durante años se enriquecieron con empresas diversas, carros de lujo y grandes propiedades, mientras sus representados eran consolados con refrescos y golosinas y algunas despensas.

Hoy muchos de esos oportunistas intentan reagruparse para luchar por las canonjías perdidas e incluso, algunos se han atrevido a amenazar al presidente actual con tumbarlo, en caso de no acceder a sus exigencias o caprichos. ¿Será por eso que se hacen acompañar de guardaespaldas que los protegen? no entiendo de que o de quien, a menos que su conciencia no esté muy limpia o teman que alguien les robe lo que tantos años les ha costado “ganar honestamente”. Vaya usted a saber.

ABUELITAS:

Un presidente querido y respetado, alejado de la pompa y el vasallaje, solos él y su esposa saludando cordialmente desde el balcón central, con la emoción propia de quien representa la fortaleza y la unidad de un pueblo orgulloso de su estirpe, su raíz y sus tradiciones. Una sociedad que asistió a la ceremonia del grito en el zócalo y que se unió en una sola voz nacida del corazón para gritar ¡viva la paz¡ ¡viva la justicia¡ ¡viva México! La sociedad se volcó con los gritos de Presidente, presidente y,  si se pudo, si se pudo, además de no estás solo, no estás solo. ¿Cuánto hace que esto no sucedía si es que alguna vez pasó? Es cuanto.