Por: Gustavo L. Solórzano
Entre otras muchas actividades en beneficio de la sociedad colimense, mismas que marcaron su vida como un destacado servidor público. Carlos de la Madrid Virgen gestionó en su tiempo como Secretario de Gobierno, entre otros beneficios, la donación del terreno que hoy ocupa el Conalep. La vida le obsequió con grandes responsabilidades acorde a su capacidad y don de gentes. Hombre sencillo, serio en su forma de ser, inteligente, humano, respetuoso y sin duda un buen guerrero. Supo enfrentar la adversidad hasta el último momento de su caminar. Hoy lo recuerdo en estas modestas líneas al cumplir cinco años de su partida física. Mi aprecio a su familia y mi gratitud por su amistad.
Hoy también recuerdo a un año de su partida física, a otro colimense que se distinguió por ser un buen servidor público y hombre de trabajo, Carlos Salazar Preciado. Franco y dinámico en sus quehaceres institucionales, supo imprimir un estilo laboral que le permitió aplicar su capacidad y experiencia. Tan solo nos llevan una pequeña ventajita, solía decir mi abuela cuando alguien cercano a nosotros cumplía su ciclo. Saludo con afecto a su esposa y a mi gran amigo Oscar Salazar Preciado.
Los días transcurren en nuestra ciudad y las noticias vuelan de face en face, el sistema de internet y las redes sociales siguen siendo el medio favorito para compartir información. En ocasiones más que informar, pareciera la cultura de los antiguos lavaderos en donde se reunían las vecinas para hacer picadillo alguna honra, sin razón. Es necesario que seamos cuidadosos de lo que recibimos y literalmente, haciendo uso de buen criterio, desmenuzarlo. Muertes, enfermedades, monstruos al interior de las verduras o frutos, e incluso el fin del mundo. Basura cibernética, bulos, mentiras pues, que naturalmente ni quien las genera las cree.
En mis años mozos la gente decía, lo vi en la tele, lo leí en el periódico o lo escuché en la radio, cualquiera de las frases anteriores era ley; es decir, suficiente para creerlo. En la actualidad las cosas son distintas, existe gente sin escrúpulos y con habilidades excepcionales para crear desde la comodidad de su espacio personal, la triste historia de “José Luis y su hija”, o la de aquel niño quemado que “si compartes su foto” alguien abonará dinero a su cuenta o la del joven internado en tal o cual hospital y cuyos familiares nadie conoce, etc.
El verdadero problema es que se abusa de la buena fe que la gente tiene y suele pasar como el caso de aquel cuento infantil denominado “Pedro y el Lobo”. Cuando algo real sucede la gente ha perdido su credibilidad; aunque en algunos casos la mentira se retrasmite con velocidad característica, e incluso dicen, le pasó al amigo de un amigo. Urgente, necesario que seamos conscientes de lo que leemos y más de lo que enviamos a fin de evitar la contaminación en las redes y sobre todo, que podamos coadyuvar con la paz social.
ABUELITAS:
Tuve la oportunidad de servir a la Señora Hilda Ceballos de Moreno cuando fue presidenta del Dif estatal. Una mujer llena de espiritualidad y de noble corazón. Recientemente cité en una columna que a su llegada a las oficinas que ocupó, dispuso que se bendijera el lugar y se pintara de colores determinados a fin de atenuar o trasmutar la energía plasmada de muerte y dolor en el lugar que fuera la cárcel. Mujer incansable e innovadora, siempre dispuesta a dar la mano a quien la necesitara, dejó una huella indeleble a su paso por esa institución. Desde este espacio me uno en oración por el restablecimiento de su salud y la fortaleza para su familia.