TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, dice un refrán popular. Hace unos días, con la presencia del Gobernador de nuestro estado y del presidente de la Cruz Roja Mexicana a nivel nacional, se llevó a cabo el cambio de delegado de la benemérita institución en Colima. Héctor Covarrubias Bermejo, médico de profesión, fue relevado en el cargo después de seis años de servir a la sociedad colimense desde esa noble trinchera. Deja tras de sí una huella indeleble de amor institucional y acciones concretas. Desde los fundadores, Miguel Galindo, Jesús Solórzano y Porfirio López Larios, muchas son las personas que han dado lo mejor de su trabajo humanitario por amor a la humanidad.

Gente que llegó a la Cruz Roja para quedarse en el corazón de quienes les conocimos y es que no es fácil estar en una institución como esta. “Aquí venimos a dar, nunca a recibir” nos decía Salvador Morán Castillo cuando fuimos juventinos bajo su mando. Esa es la enseñanza permanente, dar sin esperar nada a cambio; servir en Cruz Roja es sentir el dolor del otro, dolernos de lo que les pasa a los demás. Aprender, capacitarnos para saber qué hacer, arriesgando incluso, la propia vida. “Un socorrista tiene derecho a morirse, pero nunca a rendirse”, decía el Comandante Gilberto Hernández. Por eso digo, mucha gente ha pasado, algo dejaron y algo se llevaron, quien sirve de corazón desde la Cruz Roja, no vuelve a ser el mismo.

Héctor Galindo Vázquez, también es médico de profesión, deja la Presidencia Local para incorporarse como el nuevo Delegado. Héctor es una persona experimentada en la institución, empezó haciendo servicios de ambulancia,  guardias nocturnas y diurnas, se comprometió con la creación de la escuela de capacitación, se la ha rajado, como coloquialmente se dice en el argot de la “Roja”. Conoce la institución al revés y al derecho, sabe las necesidades que se tienen y le sobra voluntad para atenderlas.

Como toda institución, dependencia o empresa, la Cruz Roja necesita seguirse renovando, nuevas ideas, nuevas propuestas, gente que de verdad quiera servir sin distingos, con amor a la camiseta, a lo que se hace y principalmente con amor al prójimo.

Esa es la función esencial de quienes formamos parte de esa gran familia. Ahí es en donde se agigantan los siete principios fundamentales que señaló el Gobernador en su discurso: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad. Se sirve sin distingos, sin esperar nada a cambio los trescientos sesenta y cinco días del año. Gracias a quienes sirvieron en el pasado, forjadores de un presente de calidad y calidez. Gracias a quienes sirven en el presente, herederos de una valiosa y humanitaria enseñanza,

Le invito, venga y conozca a la Cruz Roja, hace falta gente que quiera, que ame, que sirva, no hay cabida para otra cosa en nuestra institución. Lo esperamos.

ABUELITAS:

Pondero a la Cruz Roja porque entiendo la gran valía que representa para la sociedad. Hace años, los voluntarios nos cooperábamos no solo para nuestros alimentos, sino también para comprar la medicina de alguna persona que llegaba sin recursos. Hoy la Cruz Roja, como desde el primer día, sigue invirtiendo en la compra de todo lo necesario para cumplir su responsabilidad. Por eso, es  importante que el Gobernador haya refrendado su apoyo para el nuevo Delegado, hombre de buena fe y gran vocación de servicio, justo lo que Colima merece. Es cuanto.