TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Es difícil evadir el tema del proceso electoral que acaba de vivir todo el pueblo de México. El pasado domingo la sociedad mexicana asumió su responsabilidad para elegir y con ello decidir quiénes serán los nuevos empleados que servirán a los ciudadanos. Pienso una vez más ha ganado México, gana la democracia y gana la voluntad popular. Es momento de tomarnos de la mano y retomar el camino de la unidad en torno a quienes habrán de administrar el destino de nuestro país. Difícil al decir de algunos; pero nunca imposible, que los ciudadanos hagamos a un lado nuestras diferencias partidistas y sigamos trabajando unidos por este maravilloso México.

Con madurez humana y política, los candidatos aspirantes a la presidencia de la república, reconocieron el triunfo contundente de quien obtuvo el mayor respaldo ciudadano en ese rubro. Con un alto porcentaje en relación a sus opositores, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, resultó favorecido. Es válido mencionar que el proceso electoral se vio enturbiado en algunos lugares de manera leve, afortunadamente la intervención oportuna de las autoridades competentes evitó que cualquier situación que se generó llegara a mayores.

El proceso electoral concluyó con las votaciones del primero de julio, quienes acudimos a votar decidimos lo que consideramos mejor desde nuestro criterio, si ganaron o no, nuestros candidatos, ese es otro boleto. Hoy nos corresponde asumir lo que decidieron quienes si votaron, quienes ejercieron con amor, libertad y responsabilidad su autoridad para elegir. Quienes no obtuvieron los votos necesarios para lograr su triunfo, están moralmente obligados a demostrar el interés que pregonaron durante su campaña para servir a Colima y a México. Sumar es nuestra tarea como ciudadanos de bien, multiplicar las buenas acciones y los buenos propósitos, restar la apatía y la mala voluntad para evitar las divisiones sociales que solo abonan al hartazgo, a la sinrazón y a la indiferencia.

Somos ciudadanos del mundo, humanos con aciertos y errores, viajeros en el tiempo, dueños y señores de nuestra vida, es tiempo de hacer y dar lo mejor con ella, no solo a nosotros sino a quienes nos rodean.

Lo escribí en otro momento, ningún candidato hombre o mujer, tienen varita mágica para resolver las necesidades que los propios ciudadanos hemos generado. Agrego, nada se resuelve de la noche a la mañana, porque no son nuestros candidatos o nuestros representantes electos quienes tienen el poder, somos todos y estamos insisto, obligados a dar la parte que nos toca, aportar propuestas, darnos la mano y ver pos nuestro estado y nuestro país antes que por unos cuantos. Es necesario dejar atrás lo que no fue y unirnos en cuerpo y alma para hacer de éste, un mejor lugar para vivir. Esa es la mejor manera de amar a México, esa es la mejor manera de servir a nuestro país y a su gente. Obras son amores decía un slogan publicitario hace muchos años, eso es lo que necesitamos, hechos, acciones concretas incluyentes de verdad, más allá del discurso somos seres humanos, hijos de la tierra y del Gran Espíritu, nada es nuestro, nada es para siempre.

ABUELITAS:

Las amenazas y el divisionismo al interior de un equipo de trabajo solo tienen como objetivo generar una lucha de poder. Sin duda en ello nadie gana, ojalá estemos a tiempo de evitar una lucha estéril e innecesaria que fracture y vulnere la institucionalidad. Es cuánto.