TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Entre descalificaciones y promesas que incluso están fuera de su competencia, de llegar a ganar, los candidatos y las candidatas continúan su campaña política. Lo verdaderamente lamentable es que algunas amistades están en peligro de distanciarse y la familiaridad se ha visto ligeramente vulnerada. Sin duda al fragor de la batalla los ánimos se encienden y las opiniones se confrontan. Craso error, los políticos necesitan de nuestra participación sana e inteligente, necesitan de nosotros para poder llegar a ocupar una responsabilidad bajo la autoridad del pueblo y no, de diferencias de criterio que nos distancien.

México se ha caracterizado por ser un país libre, en consecuencia sus habitantes también lo somos. Sin embargo en muchas ocasiones algunas personas olvidan eso y trata de imponer su criterio a otros. Cuando alguien me invita a ser parte de su equipo, partido político, o línea y no acepto, viene el sentimiento, la frustración y en ocasiones el desencanto e incluso la ofensa porque soy de otro color. No es posible que todos pensemos igual, menos que podamos estar de acuerdo en tal o cual candidato o equipo deportivo. Es necesario entender que nuestro país y nuestro estado nos necesitan unidos si, en suma de propuestas e ideas que sean de beneficio común. Gane quien gane en las próximas elecciones será un ciudadano mexicano, un hombre o una mujer que quieren servir a nuestra sociedad, tal vez un vecino de su barrio o una compañera de su trabajo, qué más da quien lo haga, lo verdaderamente importante es que se haga. Para muestra un botón: muchos alemanes arriaron en sus casas la bandera mexicana como símbolo de respeto por el modesto triunfo que tuvo la selección de nuestro país.

No es tema fácil este que comento, sobre todo cuando se trata de gente que está en el poder, benditamente pasajero, si, muchos servidores públicos olvidan que nada es para siempre, entonces abusan de su poder para ningunear, menospreciar y quitar de su camino a quien consideran un peligro, un estorbo para el logro de sus objetivos, o como responde la serpiente que se quiere comer a la luciérnaga, no soporto verte brillar. Así de pobre es el criterio de muchos servidores públicos; “aquí nos tocó vivir” dice mi compadre. Naturalmente que estas personas son quienes generan una mala imagen a quien les brinda la confianza, estas personas son parte del hartazgo social en cualquier gobierno, pues se dedican a golpear y a señalar con el dedo flamígero la paja en el ojo ajeno, son los que llevan y traen, los que navegan con bandera de intachables, de institucionales, son los que usan a otros para el logro de sus “aspiraciones” con la promesa de “llegando te apoyo”, etc. Lo delicado del asunto es que “el jefe” no se da cuenta o no se quiere dar cuenta les cree y les confía, sin saber, como dijo mi abuela: “el alacrán que traen en el seno”.

Cambio de tema, pasé por la noche por el tramo de la Calzada Galván que ha sido remodelado, se ve bonito y sin duda, se verá mejor cuando lo terminen y todas las luminarias estén encendidas y repongan las faltantes. Una Avenida tan importante merece dar la mejor cara, los colimenses merecemos también tener calles bonitas y presentables.

Otro tramo que requiere atención es el del paso a desnivel, por las noches está completamente oscuro, incluyendo la avenida Carlos de la Madrid Béjar que se encuentra desatendida. Continuando con Avenidas, la Maclovio Herrera, súper transitada, presenta deficiencias en alumbrado y banqueta en el tramo comprendido entre Aquiles Serdán y Pino Suárez, continuación Ave. de los Maestros, ojalá alguien tenga espacio y voluntad para atender esta petición vecinal. Es cuánto.