TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Cuando era niño escuchaba decir que los masones eran gente contraria a Dios, gente que no creía en Dios. Muchas personas incluso se referían a ellos con cierta actitud despectiva; pasarían muchos años para saber que “los masones se aman los unos a los otros”, que nada tienen que ver con la religión y que en realidad como agentes de cambio en este maravilloso planeta los masones honran a Dios como el gran arquitecto del universo. Hoy se también que la masonería no tiene más enemigo que la ignorancia y el oscurantismo y que grandes y destacados hombres de todas las culturas, profesiones, oficios y filosofías, han abrazado a la masonería como una forma de vida.

Esto no quiere decir que dentro de esta augusta institución exista gente perfecta, si, perfectible. Seres humanos, personas como usted y como yo que sirven y aprenden, que sienten envidia y que son vulnerables ante las necesidades de la vida.

Cuando el Presidente Benito Pablo Juárez García retira ciertos bienes a la iglesia y el mando de la educación, quienes la dirigían se vuelven contra el con amenazas y tergiversaciones de la realidad. En consecuencia se “crea una rivalidad”, más de palabra que de hecho pues para los que no lo saben el Papa Juan 23 por mencionar un ejemplo, era pertenecía a esta organización, “todos dicen que no soy masón, menos yo”, habría dicho el Papa bueno. Otro ejemplo lo representan según el Prof. Alfonso Sierra Partida, Giovanni Montini, quien con el tiempo fue mejor conocido como el Papa Paulo VI, quien junto con Juan 23 introdujo grandes reformas a los cultos católicos con el fin de adecuarlos a los tiempos modernos en que vivían. Finalmente cito a Juan Ferreti, quien fue conocido como el Papa Pío IX, también fue masón. Como leemos jamás existió enemistad alguna, solo desacuerdos entre las personas de cada tiempo.

En México la masonería tiene más de trescientos años, en Colima está por cumplir ochenta años de vida histórica y así mismo de servir a la sociedad colimense. Atrás ha quedado le penumbra en la que la institución vivía, hoy el pueblo masónico se manifiesta libre y se relaciona con la ciudadanía. En atención al mandato de los liberales el alto mando viene llevando los trabajos más allá de los muros de la sede ubicada en Independencia 95. “Estamos buscando lugares donde podamos explayar el potencial de la Gran Logia, en la que tenemos profesionales de todas las disciplinas. Primero debemos ir a preguntarle a la gente qué es lo que quieren, cuál es la demanda, y ofrecerles nuestra ayuda; fundamentalmente orientación, sobre todo asesoría jurídica, consulta médica, atención oculista y psicológica, entre otros servicio” ha dicho el máximo representante de la orden, Rubén Mora Contreras.

En esta semana que concluye, el pueblo masónico ha tenido una fraternal reunión con el Gobernador del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, quien refrendó su amistad y apoyo para la institución; mientras que por su parte, el muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia Suroeste Rubén Mora Contreras, ha hecho lo propio.

Sin duda este acercamiento fortalece no solo a las instituciones que intervinieron en ella sino a nuestra sociedad. Así reafirma el Gobernador del estado su compromiso de unir a los colimenses de bien para seguir favoreciendo el desarrollo de nuestro estado, un gobierno de puertas abiertas que escucha y trabaja sin distingos. Por otra parte, Rubén Mora Contreras pasa a la historia como el hombre que ha sabido darle a la masonería en Colima, el cambio necesario que le permita ajustarse a los requerimientos de nuestro tiempo. Es cuánto.