TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Mi madre decía que los años no pasan en vano, en el caso que me voy a referir sin duda, ha pasado un largo y maravilloso tiempo. Yo era un hombre más joven y lleno de entusiasmo, interesado en la comunicación y motivado por las voces mágicas que emitía la radio en aquella época; como las de don Salvador Gutiérrez Morales, Jorge Vásquez Chávez, Alfonso Santos Ramírez, Sergio Armando Magaña, etc. Recuerdo como llegó a mis manos el primer micrófono, un día me encontré cara a  cara con aquello que llaman el pánico escénico y  descubrí que me gustaba sentir  esa emoción previa a un encuentro con la gente. Ser maestro de ceremonias me motivaba, lo hacía por gusto, aunque de vez en cuando me daban una compensación, jamás fue, ni ha sido mi objetivo.

Una tarde iba yo caminando por el portal del Caco Ceballos y saludé a mi amigo de infancia Francisco Padilla Reyes, quien con preocupación y urgencia me preguntó, que si conocía yo a una persona que pudiera dirigir la inauguración de una elegante tienda de ropa para damas. Él ya se dedicaba a grabar de manera profesional diferentes tipos de actividades sociales y políticas, ni tardo ni perezoso le respondí que yo. En su cara se dibujó una sonrisa de satisfacción y en la mía una de “en que lío me acabo de meter”… para mi fortuna salí bien librado y me gané un pase para trabajar con el poniendo voz, imagen y una modesta producción a sus grabaciones.

Con el tiempo, el camino me reencontró con otro amigo de infancia, el Lic. Antonio Enciso Núñez, quien me invitó a conducir un certamen para elegir a la reina de la feria de todos santos. Ahí saludé a la Licda. Anabella Abdalá Vázquez y a la Licda. Laura Sánchez Menchero, a quien refrendo mi amistad y mi gratitud permanentes, por haber depositado su confianza en mí, pues ella me invitó a conducir el informe de Gobierno del Lic. Elías Zamora Verduzco, con el apoyo del equipo de televisión de Morelia. Por esas fechas aún no se tenía la infraestructura adecuada en Colima, ni el personal, es más, no existía aun el canal 12 como lo conocemos ahora. Recuerdo que la Licda. Alma López Aguayo,  fue mi compañera de conducción con una excelente participación.

Hablar de Canal doce es revivir experiencias, emociones, vivencias que nos permitieron no solo aprender, sino servir a nuestra sociedad. Naturalmente no todo ha sido alegría, una noche cenaba con mi madre y sonó el teléfono de disco, los celulares ni en cuenta. Almita, nuestra compañera de apoyo administrativo me habló para decirme que Jesús Carlos Fahara Gutiérrez se había ido… tras breves instantes reaccioné y le pregunté que a donde… la impactante realidad de su respuesta me llevó al llanto, Carlos ya no estaba físicamente entre nosotros. La tele, como decimos coloquialmente, es hablar también de circunstancias que nos mueven como seres humanos que somos  todos, es hablar del esfuerzo conjunto que realiza un equipo de hombres y mujeres comprometidos con la sociedad y que en muchas ocasiones dan más de lo establecido en sus tiempos laborales.

Hoy recuerdo a muchos que pasaron por esta casa, que dejaron su huella indeleble y que sembraron la semilla de la amistad, aun con sanas diferencias de criterio, validas en cualquier familia. De manera especial quiero expresar mi  gratitud a la Licda. Patricia González  Sánchez, quien me contrató para conducir como titular, el noticiero de este importante  medio y a cada uno de quienes sin dar la cara física, muestran su amor y profesionalismo en cada emisión. A Luz María Ochoa Mesa, gracias por su acompañamiento. Felicidades a Canal doce y a Radio Conexión en su aniversario número 28 y 31 de manera respectiva, ambas emisoras fueron mi casa, gracias Licenciada Jazmín por hacerme parte de su fiesta. Es cuánto.