TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Leche con chocolate en un frasco o botellín de plástico con tapa de aluminio y una torta de pan suave con frijoles, arroz, miel u otro guiso, formaba parte del desayuno escolar que mediante el previo pago de un peso, de aquellos Morelos de plata, nos entregaban en la primaria. Algunos compañeros utilizaban la tapa del frasco para hacer una imitación del peso y en más de alguna ocasión comieron gratis, a salud de la maestra Alicia Checa, que, supongo tenía que pagar lo correspondiente. Eran otros tiempos, después el desayuno cambio por una especie de mazapán duro, que al parecer traía los nutrientes necesarios para fortalecer el desempeño físico y mental del día. Las tortas de arroz no eran muy bien recibidas, era un tipo de arroz bastante grande que según algunos compañeros se asemejaba a gusanos, en consecuencia eran rechazadas.

Las tortas de miel de abeja eran sin lugar a dudas, nuestras favoritas, un verdadero manjar de dioses. “Pobres y delicados” decía mi madre a manera de broma cuando le contaba lo de las despreciadas tortas de arroz, mismas que con verdadera humildad se llevaba el maestro de música. Con los años olvidamos muchas cosas, estas pasan a segundo término al no ser prioritarias en nuestra vida diaria; en una ocasión visité la comunidad de las Conchas y con grata sorpresa me di cuenta de que el director de la Telesecundaria había organizado a las madres de familia y por diez pesos les daban desayuno a sus hijos alumnos. Guisado, sopa, agua fresca y tortillas, un verdadero manjar y reflejo indudable de organización y buena voluntad.

Cuando niño, recuerdo a compañeros con los que compartí  lo que traía para gastar o comer pues no siempre les daban  dinero en su casa. Naturalmente en alguna ocasión disfruté de lo sembrado y comí a costillas de otros, así era la vida durante mi infancia, nos apoyábamos unos a otros e indudablemente el desayuno escolar representaba una magnifica opción para quienes no éramos de padres adinerados.

“Las letras no entran cuando se tiene hambre”, dice Gerardo Reyes en una de sus canciones, ciertamente el organismo necesita alimento para funcionar y hacerlo bien, sin ello le generamos a nuestro cuerpo un desgaste innecesario, cuya factura puede salirnos demasiado cara. Sin embargo, que se puede hacer cuando no hay dinero suficiente para resolver las necesidades cotidianas, menos para darle al muchacho y que se vaya a la escuela.

Actualmente el DIF  estatal cuenta con 489 comités en el Programa de Desayunos Escolares y con ello se beneficia a  39 mil 400 menores, que si bien es cierto no es la totalidad de alumnos de educación básica, si representa un logro importante y un beneficio real. Ojalá que quienes no estén contemplados en este programa, puedan ser considerados, de no ser así, es importante que de manera coordinada padres y docentes elaboren los alimentos para sus hijos alumnos, ya que sin duda bien alimentados aprenden mejor.

ABUELITAS:

Con la participación de 13 planteles de Educación Media Superior, los alumnos de la secundaria número 5 de Comala, realizaron una feria profesiográfica a la cual también asistió El Prof. Oscar Javier Hernández Rosas, en su calidad de Secretario de Educación, la Orquesta Sinfónica Juvenil del municipio y dos conferencistas. Desde estas líneas felicito a la maestra Martha Chávez, quien tuvo la iniciativa de organizar esta excelente actividad en beneficio de los estudiantes de varias secundarias participantes. Es cuánto.